Victoria Zumalacarregui Suárez, secretaria de Políticas Sociales e Igualdad UGT Castilla y León.

UGT y el feminismo van de la mano desde el origen del sindicato

En los estatutos fundacionales, la organización incluía la propuesta de recabar de los poderes públicos la igualdad de salarios para obreros de uno y otro sexo y la jornada laboral de ocho horas o un salario mínimo

Martes, 8 de marzo 2022, 09:13

La primera mujer dirigente de un sindicato en España, Virginia González Polo, era castellana y leonesa. Nacida en Valladolid un 2 de abril de 1873, en un medio obrero, hija de una tejedora, se afilió a la UGT en 1899 y en 1916 fue elegida miembro de la Comisión Ejecutiva. Fue detenida y encarcelada junto con Pablo Iglesias y Largo Caballero durante la huelga general de 1917. Era beligerante y reivindicativa, y con sus escritos e intervenciones, consiguió hacerse un hueco en los foros ilustrados socialistas y exponer, junto a planteamientos específicamente militantes y obreros, sus protestas y reivindicaciones a propósito de la situación de inferioridad profesional, política y social en la que se hallaban las mujeres.

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Por ello, feminismo y UGT van de la mano desde el origen del sindicato. Casi desde sus inicios la organización comienza a elaborar un discurso reivindicativo sobre cuál debe ser la posición femenina en el mundo del trabajo y, por extensión, su consideración como ciudadana con atribuciones en la vida social. En los estatutos fundacionales, la UGT incluía la propuesta de recabar de los poderes públicos la igualdad de salarios para obreros de uno y otro sexo, entre otros asuntos, como la jornada laboral de ocho horas o un salario mínimo.

La trayectoria de UGT está enriquecida por la contribución de distintas mujeres ugetistas y a la lucha obrera, a la igualdad de oportunidades, y muchas de ellas lo pagaron con su libertad e incluso con su vida. Pero también hay que destacar que para las mujeres sindicalistas, ha sido un camino muy difícil, plagado de obstáculos en determinados momentos, cuando la lucha de las mujeres en la defensa de los derechos laborales y sociales se hacía invisible.

Es extraño reconocer que una reivindicación tan actual como “a igual trabajo, igual salario” ya se incorporaba en 1932 en el XVII Congreso de UGT, fruto del empuje y decisión de las mujeres ugetistas de entonces, abriendo una brecha en la acción sindical que ha permanecido viva hasta hoy. UGT es pionera y activista experta en reivindicar los derechos de las mujeres, el derecho a la igualdad, de la puesta en valor de la posición histórica de UGT como sindicato feminista y garantía de los derechos de la mujer.

En el XXX Congreso de la UGT, celebrado en 1976, cuando se pusieron las bases para el salto a la legalidad, las mujeres tuvieron una representación que permitió aflorar el trabajo clandestino que llevaban años realizando en la más absoluta invisibilidad. Ya en 1984, UGT tomará conciencia de la necesidad de articular un departamento específico para la problemática laboral femenina, que pasaría a dirigir Matilde Fernández Sanz.

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A partir de ahí, y hasta la actualidad, UGT ha ido integrando en su estructura y en sus documentos de trabajo a las mujeres, y su especial situación en el mercado laboral, aprobando diversas resoluciones a lo largo del tiempo (cuota de género, escuela de mujeres dirigentes, coordinadora de igualdad de género, huelga feminista, etc.). Resoluciones que justifican que hoy se puede reivindicar, sin complejos, que UGT es feminista. En UGT Castilla y León fueron unos años de avance muy importante para el conjunto del sindicato a nivel nacional. Años de andadura al frente de Concepción Ramos que se ocupó entonces del área de Igualdad, en una secretaría que rezumaba feminismo desde su primer día de intenso y acertado trabajo sindical, participando activamente en el diseño de la Ley Orgánica de Igualdad.

Pero el feminismo sindical se construye día a día y ahora queda la tarea de seguir abanderando las políticas de igualdad entre mujeres y hombres. Queda mucho por hacer. Desde la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, negociada y acordada con los sindicatos por el Gobierno de entonces, pasando por todo el desarrollo normativo posterior -importante la que versa en materia de materia de Conciliación-, la nueva Reforma Laboral, hasta contar con las últimas normas de ámbito eminentemente laboral, como son los últimos reales decretos que se han negociado con el Gobierno y que permiten situar los planes de Igualdad como herramienta feminista de alto valor, de obligado cumplimiento para las empresas.

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Las mujeres trabajadoras, sindicalistas, las mujeres afiliadas, delegadas, de la UGT Castilla y León de hoy, están haciendo camino pero se debe de hacer más para seguir avanzando. “Hemos de ser más mujeres, afiliadas y delegadas, dirigentes sindicales, trabajadoras todas, para afrontar los retos. A través de la negociación de los planes de igualdad en los centros de trabajo, con los que se puede saber cuál es la situación real de las personas trabajadoras de las empresas y de la Administración Pública, porque también estamos y contamos”, aseguran desde el sindicato.

Las mujeres ugeistas están ahí para incidir claramente en la negociación colectiva, para romper techos, para que se valore y dignifique nuestro trabajo, para que se puedan tener proyectos profesionales y de vida sin más obstáculos, para la corresponsabilidad en la conciliación,

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El 8 de marzo debe ser una fecha de reivindicación, de lucha, de trabajo compartido, y para UGT Castilla y León siempre lo ha sido. Una cita en la que no solo haya un debate entre las mujeres del sindicato, sino que haya muchas más mujeres en la necesidad de que haya tiempo y trabajo para luchar por la igualdad y contra las desigualdades entre mujeres y hombres. El feminismo no se hace contra nadie, ni en comparación con nadie. Se hace por la igualdad, por la mujer, por el hombre.

UGT Castilla y León es el sindicato que rompió techos, que cuando nadie se autodenominaba feminista, nosotros nos denominamos sindicato feminista. Pero hemos sido las mujeres las que hemos puesto en valor este ADN y el contenido en la agenda sindical. Sí, hemos avanzado mucho, aunque no tanto como quisiéramos. Este trabajo tiene que ser irreversible.

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Por eso UGT es feminista desde siempre.

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