Miércoles, 11 de agosto 2021, 21:53
El Hospital de Salamanca va a tener que afrontar, posiblemente, la ola de calor más difícil de su historia reciente. No tanto por la temperaturas, que van a ser altas durante toda la semana y que el sábado podrían alcanzar los 40 grados, sino por las condiciones en las que está el Complejo: tiene un sistema de aire acondicionado muy antiguo y que no ‘tira’ cuando el calor exterior es extremo, una organización con 115 camas bloqueadas hasta septiembre, una ocupación al 90% y las incomodidades añadidas a causa del covid: obligatorio uso de mascarillas, epis o prohibición de ventiladores.
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Debido a la antigüedad de los edificios, hay zonas –las salas de Enfermería, por ejemplo- en las que no existe el aire acondicionado. En la mayoría de espacios utilizados por pacientes sí hay refrigeración, pero la potencia es escasa y se apunta que “si la temperatura ambiente se acerca a los 40 grados, el equipo de aire acondicionado apenas es capaz de enfriar en las plantas más soleadas”. Por lo general, estas suelen ser las plantas más altas.
Para colmo, para estar en el Hospital es imprescindible utilizar mascarilla en todo momento –tanto pacientes como acompañantes-, mientras que algunos profesionales deben sumarse además el epi, que se convierte en un horno portátil.
Casi todos los veranos suele haber una semana especialmente calurosa en la que el Hospital recurre al “sentido común”, con medidas como pasar a los enfermos a habitaciones individuales en las plantas con más calor acumulado.
El problema es que este año la ocupación en planta del Hospital es del 90%. Por un lado, porque –según explicaron fuentes hospitalarias- se pretende atacar la lista de espera quirúrgica lo máximo posible antes de trasladar la hospitalización al nuevo Hospital. Las primeras semanas en el nuevo edificio serán de muchos cambios, se irá más lento -se ha comprobado con los servicios ya trasladados- y se ha solicitado a los departamentos quirúrgicos que intenten operar todo lo posible durante el mes de agosto.
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Esto se nota en el número de pacientes ingresados, que este martes era de 530 personas. Justo un año antes, en el verano de 2020, había en planta 487 enfermos. Son casi medio centenar más de camas ocupadas para una época en la que la tasa de renuncias a operarse es altísima.
Por otra parte, como suele hacerse cada verano, el Hospital ha bloqueado 115 camas para reagrupar pacientes en menos unidades y facilitar las vacaciones de los profesionales. Son camas que en caso de necesidad pueden reactivarse con cierta rapidez y podría ser una solución frente al calor, pero en el momento actual la ocupación sobre las camas disponibles (589) es del 90%, y del 74% sobre las camas iniciales en planta (721). De hecho, el de Salamanca es el único Complejo Asistencial que figura en ‘rojo’ en los datos de ocupación hospitalaria de Castilla y León.
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Desde el Hospital de Salamanca siempre se ha recalcado que en zonas especialmente delicadas como Urgencias, UCI, quirófanos y el área de diálisis -en el top del Virgen Vega- no hay ningún problema de refrigeración.
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