Miércoles, 16 de marzo 2022, 21:57
Puede ser el verano más complicado que se recuerda en los consultorios rurales, porque faltan más de 300 médicos en Castilla y León, pero independientemente de eso los profesionales tienen que coger sus vacaciones en verano, habrá bajas imprevistas por enfermedad, permisos por asuntos personales... Será entonces cuando más se noten esos puestos vacantes. “La situación no va a ir a mejor, sino a peor”, apuntan miembros del Colegio de Médicos de Salamanca.
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La realidad es que el concepto de puestos de difícil cobertura tiene un significado diferente en Salamanca respecto al resto de la Comunidad. Mientras que en El Bierzo, Sanabria, norte de Burgos o pueblos de Ávila hay puestos que llevan meses sin ser atendidos, en Salamanca se van cubriendo casi todos los cupos con mayor o menor dificultad. De hecho, este mes se han publicado los resultados definitivos de la OPE de 2019 y todas las plazas ofertadas de Salamanca han sido elegidas.
En concreto, dentro del ámbito rural se han asignado 8 plazas en Béjar, 6 en Ciudad Rodrigo, 4 en Aldeadávila de la Ribera, 3 en Lumbrales, 2 en Fuenteguinaldo, 2 en Robleda, 1 en Miranda del Castañar y 1 en Fuentes de Oñoro. Además hay que sumar otras 61 plazas de médico de área con las que la Gerencia podrá cubrir distintos puestos médicos dentro de una misma zona de salud, lo que confiere gran flexibilidad a la hora de organizarse.
Otras provincias de Castilla y León no pueden decir lo mismo y decenas de puestos de trabajo han quedado vacantes porque no interesan.
“En Salamanca lo que hay son zonas donde cuesta más cubrir esos puestos, pero más tarde o temprano se acaban cubriendo”. Mientras que aparece un candidato, los médicos de los cupos cercanos son los que se reparten el trabajo para que no falte la atención. “Cuando se notan esos problemas es, sobre todo, en verano”, reconocen los sanitarios.
El verano es una de las épocas más complicadas para la sanidad rural porque es cuando la población de esos municipios se multiplica a causa del turismo y las vacaciones de quienes tienen una segunda residencia en el pueblo.
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Los facultativos consideran “inaplazable” empezar a incentivar los puestos de difícil cobertura en las zonas rurales tan pronto como la Junta tenga un gobierno estable porque se lleva prometiendo desde hace más de cinco años y, sin embargo, ninguno de los anteriores consejeros lo ha llevado a efecto.
Hasta ahora el modelo que se ha seguido para evitar el colapso en verano es el de no permitir que más del 25% del personal de un centro de salud se marche de vacaciones al mismo tiempo. El problema es que “cada año hay menos médicos que el anterior, porque las jubilaciones superan a los nuevos que entran. Así resulta más complicado organizarse y, sobre todo, hacer frente a los imprevistos”. Concluyen médicos de familia de Salamanca.
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