Salamanca ya sufre la ruidosa invasión de sus visitantes más molestos

Como ya es habitual en estas fechas, la población de estorninos urbanos se ha intensificado y con ella, las consiguientes molestias a los ciudadanos, tanto por el ruido, como por la suciedad que provocan en calles y parques de la ciudad, así como en el mobiliario urbano. En las últimas semanas ya se ha percibido el incremento de estas aves en el centro de la ciudad en lugares como el parque de La Alamedilla, avenida de los Reyes de España, paseo de Carmelitas, Torres Villarroel y Crespo Rascón. En los últimos años, la llegada masiva de estas aves se ha adelantado como ha ocurrido este año, con un buen número a finales del mes de agosto. Por ese motivo, la campaña del Ayuntamiento de Salamanca para expulsarlos comenzará a principios de septiembre, según confirman fuentes del Consistorio. Además, se han detectado importantes bandadas de estorninos en las inmediaciones del hospital, del campus universitario Miguel de Unamuno, así como en el barrio San José.

El Ayuntamiento de Salamanca adjudicó el noviembre del pasado año el nuevo contrato para controlar los dormideros urbanos de estorninos y otras poblaciones de aves. Entonces ya se puso en marcha un plan de acción integral para prolongar la vigilancia durante todo el ejercicio. De este modo, tras detectar la llegada masiva de estas aves, en los próximos días se pondrá en marcha una nueva campaña para tratar de ahuyentar a estos pájaros con avisadores acústicos, sobre todo, así como aves rapaces. Los técnicos trabajan para deslocalizar las comunidades de estorninos a otras zonas alejadas del casco urbano, de modo que se realizan más procesos de control poblacional por un técnico experto en intervención de estorninos. El presupuesto municipal para el contrato cerrado el pasado año es de 66.410 euros -IVA incluido- al año, con validad hasta noviembre de 2022, con posibilidad de ampliarse a 2024. Durante los últimos años, el Consistorio tenía identificadas más de 60 zonas en la ciudad en la que la presencia de los estorninos resultaba problemática por el ruido -especialmente por las noches- y la suciedad provocadas.