Sábado, 20 de marzo 2021, 21:34
María Montero llegó a las Cortes como número dos en las listas de Cs por Salamanca. Esta mirobrigense, autónoma en una tienda de calzado en Ciudad Rodrigo, tenía la confianza del vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, así como del portavoz de la formación naranja, David Castaño, con quien trabajaba codo con codo. Eso le llevó a presidir la comisión de Sanidad y la que analiza el Plan de Medios de la Junta, siendo una de las parlamentarias más activas en dichas comisiones así como en el hemiciclo. Todo ello hacía que su retribución durante el pasado ejercicio rondara los 40.000 euros, una de las mayores de las Cortes de aquellos procuradores sin dedicación exclusiva. María Montero, que no comunicó su decisión a su grupo político, presentó en el registro de las Cortes su decisión de pasar al Grupo de no adscritos, una actitud calificada de “alta traición” por sus excompañeros.
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