“Como sardinas en lata”. El refranero no puede ser más apropiado para definir como llegan los viajeros que usan regularmente el Media Distancia que conecta Salamanca con Madrid, el ‘tren lento’ que tarda cerca de tres horas en conectar ambas ciudades por Ávila.
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Con el cambio de las condiciones para evitar el mal uso de los abonos, Renfe publicó en el Boletín Oficial del Estado la posibilidad de ampliar la capacidad de sus servicios regulares con la venta de un 10% más de plazas para así evitar las polémicas imágenes de vagones completamente vacíos que se difundieron durante la primera etapa del abono gratuito de Renfe entre septiembre y diciembre. Sin embargo, esta medida ya ha provocado problemas y quejas entre los usuarios que en algunas ocasiones tienen que hacer todo el trayecto de pie.
Los Media Distancia entre Salamanca y Madrid tienen una capacidad de 180 plazas por lo que se permite la venta de hasta 18 billetes sin asiento. No obstante, los viajeros denuncian que estas cifras se superan ya que en algunos tramos de viajes no hay revisor.
Usuarios, que cogieron el tren del viernes entre Madrid y Salamanca que llegó a la ciudad del Tormes a las 20:50 horas, señalan que los momentos más problemáticos se producen cuando las personas que no tienen asignado observan una plaza libre que posteriormente otra persona sí tiene asignada una plaza en el billete, pese a que ambos tienen sacado su abono. Fuentes de la compañía ferroviaria señalan que el revisor debe ser la persona encargada de asignar a las personas en los asientos libres, pero el problema ocurre cuando hay más personas sin asiento que lugares libres una situación que suele repetirse de forma habitual al menos hasta llegar a Ávila.
Otro de los problemas se encuentra en los constantes cambios de asiento que realizan las personas que no tienen fijada una plaza, con el riesgo que ello conlleva sobre todo para personas mayores o con problemas de movilidad. En estos casos, todo queda a disposición de la generosidad del resto de los usuarios ya que al no tener una plaza asignada no se le puede colocar en los pocos asientos reservados para personas con problemas de movilidad.
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Las personas que suelen viajar de pie buscan cualquier lugar para coger su asiento: encima de las maletas o entre las escaleras de acceso a las paradas. “En nuestro vagón venía mucha gente de pie. Nosotros lo estamos con mucho tiempo de antelación porque no soportaríamos las tres horas de pie”, explicaba Isabel Benito al llegar a la estación de Salamanca. En el mismo sentido, se manifestaba Susana que señala que “causa impresión” porque es un trayecto “demasiado largo” para estar de pie o sentado en el suelo, aunque señala que la otra opción sería “quedarse en tierra”, aclaraba comprensiva.
Esta medida se aplica solo para los trenes de Media Distancia entre Salamanca y Madrid, así como los de Valladolid y no a los Alvia que aparecen como completos al haberse reservado todas sus plazas. El tramo más complicado es el de la capital de España ya que el trayecto tiene una duración entre las 2 horas y 30 minutos y las 3 horas y 5 minutos del más lento, mientras que en el de la ciudad vallisoletana es mucho menor.
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Fuentes de la compañía especifican en sus condiciones de viaje que, independientemente de que se tenga asignado o no el viaje, las personas están aseguradas como si tuvieran plaza.
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