Domingo, 6 de noviembre 2022, 13:46
Al margen de la retirada de los cascotes procedentes del derrumbe en el Seminario de Carvajal, en el mismo punto está prevista otra obra privada. La propietaria del último edificio de la calle San Pablo, donde se ubicaba una antigua churrería y cuya trasera está llena de escombros del desplome de hace casi un año, tiene licencia municipal para demolerlo y levantar un edificio de viviendas.
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Sin embargo, la promotora está obligada a mantener la fachada de la construcción actual.
Y, en lugar de apuntalarla, la intención de la empresa es desmontarla piedra a piedra para, una vez retirados los escombros de la parcela, volverla a componer e integrarla en la futura construcción.
Para ello, la empresa ha pedido al Ayuntamiento, según ha podido saber este periódico, permiso para cortar al tráfico la calle San Pablo varios días.
Antes de concedérselo, el Consistorio estudiará la forma de reducir al máximo el impacto que tendría en la circulación.
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