Objetivo: evolución y cambio

El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Salamanca lleva desde 1977 velando por sus colegiados y evolucionando a la vez que la sociedad. En un año en el que la tendencia actual del sector de la construcción sigue siendo positiva con respecto a años anteriores, su presidente, Julián García, afirma que confía en que “la gestión de los fondos europeos “Next Generation” y el Plan de recuperación, transformación y resiliencia, contribuyan a una mayor dinamización y consolidación del sector”.

Desde COAATSA, han priorizado la mejora de los servicios al colegiado y a los ciudadanos, y han procurado “renovar y potenciar los canales de información digital y redes sociales”, señala Julián García, que lleva al mando de la presidencia desde hace seis meses, los cuales valora positivamente: “han sido seis meses de actividad muy gratificantes, poner en valor la profesión de la arquitectura técnica desde la posición que ostento es muy ilusionante”.

Si de sociedad hablamos, el cambio climático es una de las prioridades del sector puesto que es lo que más preocupa al entorno social, lo que “ha conducido hacia una evolución en las técnicas constructivas, el uso de materiales de construcción sostenibles y tratamiento de residuos a través de procesos vinculados a la economía circular, mejora de espacios interiores, uso racional de energía renovables, automatización de la construcción tanto en obra nueva como en rehabilitaciones”, asegura García.

En cuanto a espacios se refiere tanto en rehabilitaciones como en edificaciones, el confinamiento puso de manifiesto las carencias de muchas viviendas en cuanto a varios aspectos tales como el déficit energético, de ventilación, de iluminación, entre otros. Es por esto, que, según apunta Julián García: “la sociedad está apostando por un hábitat más confortable, saludable y seguro”. En este contexto, “los profesionales de la arquitectura técnica estamos preparados para afrontar los retos en materia de rehabilitación, no solo desde la inspección técnica de los edificios, sino también con la puesta a disposición de las comunidades de propietarios del libro del edificio existente para la rehabilitación, que, además de documentar el estado del edificio, informa del potencial de mejora de las prestaciones del edificio, proporcionando un plan de actuaciones y priorización de las intervenciones, con el fin de ayudar a los propietarios en la toma de decisiones.”

Contenido patrocinado por El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Salamanca

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