Lunes, 27 de febrero 2023, 22:32
Los precios inmobiliarios de Salamanca son “económicamente inasumibles” para los jóvenes que buscan independizarse. La afirmación la hace el Observatorio de Emancipación Juvenil, dependiente del Consejo de la Juventud de España, en su último informe. Si bien se ha elaborado con datos del último semestre de 2021, la subida tanto de los alquileres como de los precios de la vivienda en el último año llevan a pensar que, lejos de mejorar, la situación ha ido a peor.
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El informe destaca que los jóvenes salmantinos emancipados son los que más cobran en Castilla y León, solo por detrás de los vallisoletanos. Los trabajadores de entre 16 y 29 años que, tras abandonar el domicilio de sus padres, residen en la provincia tienen unos ingresos mínimos de 15.292,6 euros al año. Con 1.274 euros al mes —un 0,10% menos que en 2020—, perciben casi 113 euros menos que los de la ciudad del Pisuerga, pero 395 más que los zamoranos. Sin embargo, aunque estos datos parecen apuntar a un mayor poder adquisitivo, la realidad es bien diferente, porque son los que, sin ninguna duda, tienen que dedicar mayor parte de su salario al alquiler de una vivienda y los que, después de los vallisoletanos, deben hacer mayor esfuerzo para adquirir un inmueble.
Compartir piso es la única opción para muchos, ya que para los trabajadores menores de 30 años no hacerlo suponía en 2021 destinar casi seis de cada diez euros de su salario al alquiler, un porcentaje que en el último año habría ascendido, según la tendencia alcista que reflejan todas la estadísticas. Frente a destinar un 58,5% del sueldo a la vivienda —en ninguna otra provincia de Castilla y León el porcentaje es tan elevado—, la opción de afrontar el gasto con, al menos, otra persona rebaja el esfuerzo al 23,6%, según los datos del informe avalado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Conforme a él, a un joven le resultaría más fácil optar por un inmueble en propiedad, ya que la cuota mensual de una hipoteca del 80% del precio de la vivienda equivaldría al 37,8% del salario medio de un joven emancipado. El principal problema sería que, además de cumplir las condiciones necesarias para que le concediesen el préstamo tendría que pagar previamente el 20% del valor del inmueble. El estudio señala que el precio medio de la vivienda libre en Salamanca es de 118.300 euros, el más elevado de la Comunidad solo por detrás de Valladolid. Atendiendo a esto, la entrada a abonar para comprar un piso rondaba los 23.660 euros hace ya más de un año. Lógicamente la situación mejora cuando el joven no se enfrenta en solitario a la búsqueda de una vivienda. En el caso de un hogar joven, aquel en los que hay personas de 16 a 29 años emancipadas, independientemente de la edad de la persona que figura como «persona de referencia» del hogar, al alquiler se destinarían el 34,9% de los ingresos, mientras que en el caso de una vivienda compartida sería el 14,1%.
A la vista de estos datos, la presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, incide en que, tras la pandemia, los jóvenes “continúan inmersos en una precariedad y fragilidad laboral que repercute en sus expectativas vitales” y “sigue siendo el colectivo más perjudicado en todas las crisis, quedando siempre las personas jóvenes a la cola de la recuperación”.
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