Una bandada de estorninos, esta semana sobrevolando la ciudad, junto a la iglesia Nueva del Arrabal. MANUEL LAYA

Los visitantes más molestos y ruidosos adelantan su llegada a Salamanca

Hace dos décadas la campaña para ahuyentar a los estorninos empezaba en otoño, ahora en verano | Ya han regresado entre 2.000 y 4.000 ejemplares

Viernes, 19 de agosto 2022, 23:14

Hace dos décadas, cuando el Ayuntamiento estaba iniciando su batalla contra la invasión de los estorninos, la campaña para ahuyentarlos de la ciudad se emprendía en octubre. Llegaban con el desplome de las temperaturas en las primeras semanas del otoño e iban aumentando durante los meses más fríos. Este año, el servicio municipal que se encarga del control de la población de estas aves ha iniciado su labor el 19 de julio, tan solo dos días después de que los termómetros superasen los 40 grados.

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Estas aves, que se ha convertido en un problema para muchas ciudades, entre ellas Salamanca, llevan varios años cambiando sus hábitos. Según apuntan expertos consultados por este periódico, han adelantado la época de cría y, con ello, todo su ciclo, por lo que su regreso a los núcleos urbanos también se ha anticipado. Si bien es cierto que este año llama especialmente la atención su presencia dadas las elevadas temperaturas, los especialistas en ahuyentarlos señalan que cada vez es más frecuente su llegada en verano. Y así ha ocurrido no solo en la capital del Tormes, sino también en ciudades de La Rioja, Galicia o Asturias.

Pese a que los ejemplares que se refugian en los parques y edificios no son todavía tan numerosos como en otoño, el ruido que generan las grandes bandadas es mucho más evidente en verano, cuando las ventanas se mantienen más tiempo abiertas, especialmente durante la noche. Desde mediados de julio, la empresa contratada por el Consistorio revista semanalmente 38 zonas del municipio. Según fuentes municipales, de momento ha encontrado dormideros únicamente en cuatro de ellas, concretamente en la plaza y el paseo de Carmelitas, el Campus Unamuno y el parque de La Alamedilla. “Estos puntos han mostrado una concentración de estorninos baja o media, sin llegar a los valores máximos en ninguno de los emplazamientos revisados”, aseguran desde la administración local, que insiste en que, por ahora, las colonias de estorninos detectadas han sido fáciles de disuadir. La población que se estima que ya ha regresado a la ciudad oscila entre 2.000 y 4.000 ejemplares.

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