Viejas iglesias pueblan los caminos que surcan Zamora

Los seis caminos que llevan a Santiago por Zamora

Hasta seis rutas jacobeas tradicionales atraviesan la provincia zamorana conduciendo a los peregrinos entre paisajes y monumentos que narran la rica historia de esta tierra

Lunes, 31 de mayo 2021, 01:30

Camino Sanabrés

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El camino Sanabrés empieza el recorrido en Granja de Moreruela. Detrás de la iglesia, se toma la dirección marcada hacia Orense despidiendo la Vía de la Plata para continuar por Faramontanos de Tábara. Las comarcas por las que discurre transitan desde la típica estepa castellana hacia las onduladas tierras de Tábara y los fértiles valles de Valverde y del Tera hasta, siguiendo junto al cauce de este río, llegar a las montañas sanabresas. Por estas tierras, el Camino Sanabrés comparte medio kilómetro con el asfalto de la carretera ZA-123 y cruza el Esla por el puente Quintos, construido en 1920 con piedra de la población de Bretó de la Ribera. Plenamente integrado en la naturaleza, la ruta discurre entre bosques y prados, atraviesa ríos y arroyos y nos cruzamos con santuarios, ermitas, cruceros, puentes y una veintena de pueblos que han conservado su patrimonio arquitectónico de piedra, madera y pizarra hasta nuestros días y cuyas gentes acogen a los peregrinos con hospitalidad.

Vía de la Plata

La Ruta de la Plata es el camino secular aprovechado desde tiempos prehistóricos por los pueblos del Oeste de la Península. Este camino, históricamente, ha sido un paso natural entre el Golfo de Cádiz y el Cantábrico. Esta característica de camino natural fue, inteligentemente, aprovechada por el Imperio Romano, y durante la romanización fue la principal calzada entre Emérita Augusta (Mérida) y Astúrica Augusta (Astorga). Esta no es la única ruta de peregrinaciones proveniente desde el Sur (aunque sí la más importante) ya que los peregrinos salían de sus casas y hacían muchos caminos que confluían en la Vía de la Plata. Muchos peregrinos, una vez en la vía principal de la Plata, seguían su peregrinación hasta el camino francés para continuar por él; otros, ya en Zamora, se encaminaban por el camino sanabrés pasando por Tábara con dirección a Puebla de Sanabria, Orense y Santiago, o adentrándose por el camino portugués, penetraban por Portugal y salían por Chaves hacia Galicia.

Camino de Poniente

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Los caminos jacobeos de Poniente discurren por la comarca de Sayago, en el sudoeste de la provincia. Una vasta penillanura granítica de 24.000 hectáreas, que dulcifica su relieve en llanura sedimentaria hacia el Este, enmarcada por dos sistemas fluviales: al Norte y al Oeste el río Duero, señalando el límite comarcal con Aliste y el fronterizo con Portugal en los espectaculares Arribes; al Sur el río Tormes, que fija la línea comarcal y provincial con Salamanca. Los peregrinos medievales y modernos procedentes de las salmantinas tierras de Ciudad Rodrigo y Ledesma, o de las portuguesas de Miranda do Douro y Mogadouro, recorrían estos Caminos de Poniente que conducían a la calzada principal: La Vía de la Plata en Zamora. Una red viaria secundaria trazada siglos atrás por los romanos que permanecerá a lo largo del tiempo llegando incluso hasta nuestros días, caso de las calzadas Zamora-Fermoselle y Zamora-Almeida/Carbellino, sobre las que se asientan las actuales carreteras regionales.

Camino de Levante

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La ruta seguida por los peregrinos procedentes del Este peninsular o de los valles del Duero y Guareña llegan a la histórica urbe de Toro, para enlazar con la Vía de la Plata en la ciudad de Zamora. Un trazado que, en buena parte, se remonta a la época romana, cuando las dos ciudades del Duero estaban comunicadas a través de la calzada Mérida-Zaragoza, que se desviaba en Zamora de la Vía de la Plata para seguir el curso del Duero por su margen derecha hasta Toro. Aunque este camino tiene otras dos variantes (Torrecilla de la Abadesa-Toro-Matilla la Seca- Coreses-Zamora y Toro-Fresno de la Ribera-Coreses-Zamora), describimos la opción que llega desde Villafranca de Duero (Valladolid), localidad en la que destaca la iglesia de María Magdalena (foto), del siglo XVI. Por la margen izquierda, sale una pista del GR-14, que nos lleva hasta Toro. Recientemente, la provincia de Zamora ha señalizado también parte del GR-14 con una distancia de 14,9 km.

Camino Matritense

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El camino madrileño-castellano de Santiago surca el Nordeste de la provincia de Zamora, la Tierra de Campos, en una ruta secular utilizada ya en tiempos de los romanos, pues hasta Villalpando coincide con la calzada Astorga a Zaragoza por Cantabria. Llegados a Benavente, hay tres posibilidades: la primera sería seguir por la Via de la Plata hasta el camino francés; la segunda seguir por el Valle del Tera y la tercera seguir por el valle de Vidriales. En el inicio del camino, el viajero procedente de Tordesillas se adentra en la provincia de Zamora en el término de Cotanes, un amplio espacio estepario con un clima continental severo y dedicado a la producción de cereales de secano y a la ganadería ovina. Siguiendo la A-6, la llanura se muestra en todo su esplendor en Villalpando, importante enclave medieval. La ruta continúa por el Camino Real , paralelo a la autovía, que conduce a Cerecinos de Campos y San Esteban del Molar, salvando el río Esla por el puente medieval de los Paradores de Castrogonzalo, hasta Benavente.

Camino Portugués

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Su trazado discurre por las comarcas de Alba y Aliste -en el Noroeste zamorano-, hasta alcanzar la raya de Portugal. Aquí los bosques superan en mucho a las tierras de cultivo, que se distribuyen en pequeños minifundios, practicándose tradicionalmente una agricultura de autoconsumo.

A consecuencia de este aislamiento, muchos de los pequeños pueblos de Alba y Aliste constituyen auténticos museos etnográficos, pues junto a una arquitectura tradicional basada en el empleo de la piedra -pizarra y granito-, sus gentes han conservado una rica cultura popular, orgullo de una tierra olvidada a su suerte y al margen del progreso durante tantos años.

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El camino portugués se desvía de la ruta principal de la Plata en la ciudad de Zamora, que el peregrino abandona por el bosque de Valorio. Continúa por la ermita romera del Cristo de Valderrey para dirigirse al pueblo de La Hiniesta (foto), escenario de una populosa romería.

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