Agentes de la Policía registran a un sospechoso de hurtar mascarillas en un establecimiento de la Rúa. ARCHIVO

Los pequeños hurtos provocan en el comercio salmantino pérdidas de hasta 60 millones

La asociación de comerciantes AESCO advierte del “notable” perjuicio anual, que afecta especialmente a supermercados y tiendas de perfumes, alcohol y textil en menor medida

Viernes, 27 de mayo 2022, 14:08

Los pequeños hurtos suponen al comercio salmantino pérdidas de 60 millones de euros al año. Así lo estima la Asociación de Empresarios Salmantinos del Comercio (AESCO), una cifra que afecta de forma notable a la economía del colectivo. A nivel nacional el agujero por esta práctica ilícita es de 1.800 millones de euros, quebrantos que no afectan a todo el comercio de la misma manera, ya que el 70% del objetivo de estos hurtos son los perfumes y el alcohol, aunque también son muy destacadas las pérdidas en supermercados y tiendas de alimentación, así como en establecimientos de textil, aunque en menor medida. Además, el 80% de los hurtos los protagonizan pequeñas bandas organizadas que llegan a trabajar incluso de encargo, como en el caso de los artículos caros de moda.

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El comerciante asume casi en su totalidad el menoscabo de estos pequeños robos sin violencia, ya que solo el 1% de las denuncias acaba en sentencia. “Es desalentador para los empresarios y les desanima a presentar denuncias contra los delincuentes. El coste del proceso judicial a veces supera al de las multas que se les imponen”, lamenta el secretario general de AESCO, Antonio Flórez.

Por eso el colectivo ha aplaudido la propuesta para modificar la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal que endurece los castigos en el caso de “multirreincidencia”. Desde que se relajaron las penas en 2015 si el hurto es de menos de 400 euros se impone una multa pero, si se aprueba definitivamente la nueva propuesta, ahora tendrá pena de cárcel entre 6 y 18 meses quienes haya cometido al menos tres delitos de este tipo, aunque hayan sido de carácter leve.

Ya es una sanción más seria, hasta ahora ese 1% que acababa en sentencia no imponía más que pequeñas multas”, aclara Flórez. También reconoce que desde que se relajaron las sanciones en 2015 no han producido más delitos de este tipo, “pero sí han caído las denuncias que se han presentado por el desaliento que provoca entre las víctimas de los robos, aunque no han caído las sentencias”.

Antonio Flórez subraya que la laxitud de las penas desalienta a los comerciantes, “si vas que no hay gravedad en las sanciones piensan que no merece la pena porque al final van a perder tiempo y dinero en el proceso”. Que no se atajen estos delitos supone otras pérdidas colaterales al comercio, ya que tiene que invertir en agentes de seguridad o en sistemas de vigilancia, tanto sistemas de cámaras como dispositivos de alerta antirrobo.

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