Jornadas de adiestramiento de navegación en el embalse de Almendra.
Montaje del módulo taller en las instalaciones de Los Montalvos.

Los militares salmantinos que pasarán su segunda navidad en la Antártida

El Ejército vuelve a confiar en el Regimiento de Salamanca para mejorar la base militar y científica del continente blanco. En diciembre parte un equipo para renovar un taller y rematar el muro de contención

Domingo, 7 de noviembre 2021, 13:58

Las banderas del Regimiento de Ingenieros de Salamanca y de la capital charra volverán a ondear por segunda ocasión en el continente blanco. Tras los buenos resultados de las mejoras realizadas en 2019-2020 con la construcción de un muro de contención en la línea de costa de isla Decepción, la Campaña Antártica del Ejército de Tierra vuelve a confiar por segundo año en los experimentados militares del Arroquia para la expedición de este año, con el fin de que sigan mejorando las infraestructuras de la Base militar y científica Gabriel de Castilla, la más antigua y lejana de las Fuerzas Armadas. De hecho, se ha previsto que el Regimiento de Salamanca ejecute todos los proyectos técnicos del plan director de esta base.

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A mediados o finales de diciembre partirá desde Salamanca hasta Punta Arenas (Chile) un equipo liderado por el teniente Mario Garzón, que repite al mando, junto con el brigada Rafael Benito, el sargento Oliver Arnau y el soldado Adrián López, tres militares que se estrenan en esta misión tan especial. Un grupo que es más reducido este año —debido al aumento de personal científico que el pasado año por la pandemia no pudo acudir—, y que se encargará durante 100 días de renovar un módulo taller, rematar el muro de contención que construyeron hace dos años —y cuya coronación no se concluyó por la pandemia— y de realizar estudios de eficiencia energética de las instalaciones.

Por una parte desmontarán un módulo taller de hace 20 años que se traerá de vuelta a España y edificarán uno nuevo de 142 metros cuadrados, cuyo material a base de perfiles de aluminio menos pesados y más fáciles de ensamblar se transportará en seis contenedores. Este taller contará con mejores aislantes y se ha diseñado para que durante la invernada, de marzo a noviembre, se pueda guardar el material de mantenimiento de la base.

“Es una experiencia muy bonita que afronto con más ilusión que la otra vez porque ya sé dónde voy. Sé que va a ser muy bonito e irrepetible. Tenemos un gran objetivo con limitación de personal junto con los inconvenientes del frío y el viento, por eso el reto es importante”, reconoce el teniente Garzón, que estas semanas se entrena con su equipo en las instalaciones de Los Montalvos del Regimiento montando un módulo taller similar al que edificarán en la Antártida.

“Estamos muy orgullosos de afrontar esta misión y somos unos privilegiados porque cualquiera no puede ir a esta zona”, asegura el brigada Benito. “Es una ocasión muy especial para pisar tierra antártica y más aún con el Regimiento”, agrega el sargento Arnau, jefe de Instalaciones. “Tenemos muchas ganas”, corrobora el soldado López.

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Y no es para menos

Atravesar el tormentoso paso Drake —hace dos años, los militares lo cruzaron a bordo del buque oceanográfico Hespérides superando olas de 6 y 7 metros— y aproximarse al continente blanco, ver por primera vez la silueta de la Antártida, trabajar cada día a escasos metros de focas y pingüinos, contemplar un glaciar negro y compartir una Navidad con otra pequeña “familia diferente” de 30 científicos y militares “es algo muy especial y una experiencia imborrable”, confiesa el teniente Garzón, que aún no ha olvidado el intenso frío que padecieron el 28 de diciembre de 2019. “Era de los primeros días y pensábamos que iba a ser así toda la misión. Lo peor era el viento y la humedad. Por suerte después hubo días de sol y máximas de 10 grados también”, explica.

Las marchas de montaña por la Sierra de Béjar, las sesiones de navegación en el embalse de Almendra sirven estas semanas de adiestramiento para los cuatro militares, junto con cursos contra incendios y de prevención de riesgos. Algo que compaginan con charlas en centros educativos para hablar del trabajo militar y científico en la Antártida, de los proyectos sobre fauna, cambio climático, especies invasoras o del volcán de isla Decepción donde se ubica la base española.

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