Domingo, 18 de julio 2021, 13:42
En los últimos días los jóvenes han sido los protagonistas de las noticias sobre el coronavirus y la quinta ola. Ahora son el grupo que más positivos registra, un efecto nuevo desde el punto de vista sanitario, ya que previamente habían sido otros colectivos los que más casos aglutinaban. Sin embargo, las consecuencias de la pandemia desde un punto de vista económico se están focalizando especialmente en ellos desde hace tiempo, como demuestra el último informe sobre el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). De hecho, Salamanca está entre las provincias de España en la que los jóvenes más se han visto afectados laboralmente por la crisis económica desencadenada por la covid.
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El estudio muestra una caída de la contratación entre los menores de 30 años jamás vista en un año. En 2020 se formalizaron en Salamanca un 39,2% menos de contratos en comparación con 2019. El descenso supera la media nacional, que es del 33,8%, y la coloca como la séptima provincia del país con una caída más acusada. Los primeros puestos los ocupan Baleares, Tenerife y Las Palmas. Se trata de zonas netamente turísticas, un sector que también cuenta con un gran peso en la economía salmantina y que ha sido el más perjudicado, sino el que más, por la pandemia. Además, en el caso de la hostelería, muchos jóvenes son incorporados por días o semanas por los negocios del ocio nocturno, que apenas pudieron abrir las puertas el año pasado.
El desplome de la contratación ha representado también un importante descenso de la afiliación. En este apartado, Salamanca no está entra las diez que más han perdido, aunque sí está por encima de la bajada media del país. Si en España la disminución de menores de 30 años que están cotizando a la Seguridad Social ha sido del 8,3% en 2020, en la provincia salmantina ha alcanzado el 8,5%.
La tendencia que está viviendo Salamanca se repite en el resto de provincias, con una notable pérdida entre los jóvenes, un descenso de afiliados contenido entre los trabajadores de mediana edad y un incremento de cotizantes en las franjas más elevadas. Los expertos señalan que los jóvenes son uno de los colectivos que más depende de los contratos temporales, los que más han disminuido durante la crisis. Contratos como los de obra y servicio o los eventuales por circunstancias de la producción han registrado caídas del 40% de enero el año pasado en Salamanca. La contratación fija también se ha resentido, según el Servicio Público de Empleo Estatal, aunque menos, un 24%.
El informe del SEPE también refleja que Salamanca se encuentra entre las provincias con mayor peso de jóvenes parados con titulación universitaria. De los 5.180 desempleados menores de 30 años con los que terminó el año pasado, 857, el 16,5% del total, contaban con una carrera. Se mueve en porcentajes similares a los de Jaén, Guipúzcoa, La Coruña, Córdoba, Vizcaya y Orense. En este caso, la presencia de las dos universidades marca a la provincia salmantina.
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