Viernes, 23 de septiembre 2022, 14:52
Estos días muchos hosteleros se llevan las manos a la cabeza y comprueban dos veces con incredulidad el importe de su factura de la luz tras ver cómo se ha multiplicado en comparación con los recibos del mismo mes del año pasado o, incluso, con lo que tenían que pagar hace unos meses. Facturas tres y hasta cuatro veces más caras, incluso utilizando placas solares en algunos de los casos, lo que les lleva a temer cierres de negocios y despidos este cuarto trimestre del año o incluso en el primero del ejercicio que viene. Uno de los aspectos comunes de estos afectados por la subida descomunal del recibo de la luz es que hasta este verano tenían contratado una tarifa en el mercado libre, es decir, un precio pactado que se aplica de forma constante mientras dura el acuerdo. La segunda característica es que todos han renovado su contrato después del 26 de abril. En este caso se les factura el conocido como complemento de compensación del “tope del gas”, por el que el Gobierno resarce a las gasísticas por el límite que le ha impuesto al precio máximo del gas utilizado en las centrales de ciclo combinado para generar electricidad.
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Como consecuencia, hay hosteleros que han pagado más por la compensación del “tope del gas” que por el consumo. Ana Ramón se encuentra en esta tesitura, al tener que abonar 1.204 euros por la energía, según su resumen de facturación, y 1.637 euros por el nuevo complemento que impone el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Todos los que hemos terminado nuestros contratos con las comercializadoras ahora estamos pagando una burrada. En nuestro caso, pagamos más de luz que de renta”, lamenta la profesional, que tiene un establecimiento en el centro de la ciudad.
Uno de los casos más impactantes es el de Fernando Rodríguez, propietario de La Abadía de los Templarios, cuya factura ha pasado de los 16.897 euros que pagó en agosto del año pasado a los 55.985 euros este mes gastando 12.000 kW/h menos que entonces y, en ambos casos utilizando placas solares para reducir la factura. En su caso, el nuevo complemento del Gobierno ha subido hasta 19.340 euros. “Es una barbaridad, si esto me pilla hace siete u ocho años no sé que hubiera pasado”, explica en relación a cómo la factura de la luz puede comprometer a la viabilidad de un negocio en este momento.
Francisco García ha hecho cuentas comparando el gasto con 2019. Si entonces en agosto pagó 3.000 euros, este año han sido 9.000 euros. “En julio consumí lo mismo y ahora he pagado 1.000 euros más. Los posibles beneficios de las empresas se van por ahí”, lamenta.
Advierte que además se han encarecido otros productos. “Este año la cerveza ha subido en dos veces un 12%, pero nosotros no podemos subir cada poco tiempo los precios a los clientes”. Se queja de que la facturación ha sido alta, “pero cada vez tenemos menos dinero”.
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Pero el drama no es exclusivo de la hostelería, la industria y los hogares también tienen que encajar estos incrementos. Es el caso de un hogar salmantino que disfruta del bono social y que de una factura de 81,68 euros 24,3 euros eran por el complemento del “tope del gas”. Cabe recordar que los consumidores acogidos a la tarifa regulada PVPC pagan esta compensación desde el 15 de junio.
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