El lunes tuvieron una reunión en Génova y han salido crecidos. Quieren la presidencia del PP de Salamanca y de ahí no se van a mover. Creen que tienen el apoyo de la dirección de Casado para seguir echando el pulso y que así se lo trasladaron el pasado lunes, en un encuentro en Madrid, que contó con la presencia del secretario de Organización nacional, Alberto Casero y con el pacificador secretario regional, Francisco Vázquez.
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A reunión asistieron también el presidente del PP de Salamanca, Javier Iglesias, el secretario, Carlos García Carbayo, y el diputado y alcalde de Santa Marta, David Mingo; y por parte de los díscolos, que también están integrados en la actual cúpula del PP: Bienvenido de Arriba, José María Sánchez y Chabela de la Torre. Fue tensa. De ahí que a Carlos García Carbayo ya lo tachen como “el talibán”, ya que aseguró que no era un problema de distintas sensibilidades dentro del PP. Ni siquiera de renovar el partido, sino de reparto de sillones puesto que todos los que quieren encabezar la “renovación” llevan muchos años en cargos en el PP de Salamanca que, además, es una de las organizaciones con mejores resultados de España, según recordó.
Para los díscolos ya está vetado, al igual que Javier Iglesias y que David Mingo.
El jueves volvieron a reunirse en Salamanca, ya sin la presencia de las direcciones regional y nacional. Tampoco salieron nombres, pero para los díscolos ya están vetados Carbayo, Iglesias y Mingo.
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