Pasos inferiores de la línea de ferrocarril que conecta Salamanca con Fuentes de Oñoro

Los atascos ferroviarios: cinco años sin solución para el acceso Sur, el Pradillo y el Puerto seco

Hace casi cinco años que Carbayo pidió cambios en el proyecto a Isabel Pardo, quien acaba de dimitir por el escándalo de los trenes | No atendió las demandas del Consistorio hasta el verano de 2020 con las obras ya iniciadas

Jueves, 23 de febrero 2023, 17:50

Queda poco más de un mes para que se cumplan cinco años de la reunión que el entonces concejal de Fomento y hoy alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, mantuvo con la recién dimitida Isabel Pardo de Vera. La ya exsecretaria ... de Estado de Transportes, a la que el escándalo de los trenes en Asturias y Cantabria le ha costado el cargo, ocupaba entonces la Dirección General de Explotación y Construcción de Adif —tres meses después pasaría a ser su presidenta—. Aquel 26 de marzo el edil de la ciudad del Tormes le expuso la necesidad de realizar modificaciones en el proyecto de adecuación de gálibos necesario para la electrificación de la línea férrea entre Salamanca y Fuentes de Oñoro y aún no había sido aprobado.

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En aquel encuentro, Carbayo planteó una serie de alegaciones que inicialmente fueron ignoradas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. Aunque en marzo de 2013 la entidad pública había autorizado la creación de un apartadero, o pequeño ramal, de la línea férrea entre Salamanca y la frontera lusa para dar servicio al futuro Puerto Seco, este se había obviado en el proyecto de electrificación, lo que implicaba un sobrecoste para las arcas municipales de unos 350.000 euros.

Por otra parte, el Consistorio charro, aún con Alfonso Fernández Mañueco a su frente, pedía que se aprovechase que había que reformar el paso inferior de la avenida de Saavedra y Fajardo para desdoblar el acceso Sur —por la carretera de Béjar— a la capital. En tercer lugar, planteó soterrar más la vía a la altura del paseo de San Antonio para generar una nueva calle que ayudase a conectar Canalejas y Comuneros.

En junio de 2018 se volvieron a enviar informes de técnicos municipales que avalaban estos cambios. Sin embargo, Adif los desoyó completamente, y el 9 de mayo de 2019, en vísperas de la campaña electoral, su Consejo de Administración aprobó la licitación de las obras del proyecto inicialmente previsto.

Pese a la insistencia del Ayuntamiento, el Ministerio de Transportes siguió adelante con el proceso de contratación. Adjudicó las obras en diciembre de 2019 y firmó el contrato de ejecución un mes después. Con los trabajos ya iniciados, en verano de 2020 el Consistorio logró al fin un acuerdo verbal con Adif —cuya presidencia ya ocupaba Isabel Pardo— para realizar dos de las tres modificaciones que solicitaba. Por ello, la entidad pública prácticamente paralizó los trabajos —incluida la reforma del apeadero de La Alamedilla—. Desde agosto de 2020, hace ya dos años y medio, las obras están sin terminar a la espera de que se introduzcan esas variaciones. Según fuentes sindicales del sector ferroviario, la actualización del documento ya se ha hecho, pero no hay constancia de que se haya aprobado.

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El “atasco” en la obra de adecuación de gálibos se localizaría, por tanto, en tres puntos de la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro. El puente junto a los terrenos del futuro Puerto Seco y en el acceso Sur. Además, trabajadores del sector ferroviario señalan que la electrificación de la vía a su paso por el puente del Pradillo —el que atraviesa el Tormes a su paso por la capital— también está generando algún quebradero de cabeza. Instalar la catenaria en este paso sobre el río no solo genera impacto visual en las vistas de la ciudad, sino que además es una infraestructura protegida por el Plan General de Ordenación Urbana.

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