Viernes, 17 de marzo 2023, 11:38
“La supresión y reducción del IVA en algunos alimentos no ha servido para contener los precios”, insiste la responsable de la Oficina Municipal de Información al Consumidor oficina, Ana Hidalgo, quien, tal y como denuncian las organizaciones de consumidores y los sindicatos, insiste en ... que la medida adoptada por el Gobierno no han tenido el efecto esperado. No se ha notado ni siquiera en aquellos alimentos que han quedado eximidos de este impuesto. Además, “hay otra serie de productos que no se han incorporado a esa fiscalidad rebajada, y hay gente que ha dejado de comprar pescado y productos frescos porque no pueden pagarlos”, asegura basándose en la información que recaba no solo a través de la oficina municipal sino también en las actividades, como mesas redondas y charlas, que desde su departamento se organizan para formar a los vecinos.
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“Es más barato comprar una pizza congelada que hacerte una ensalada. Algunos usuarios nos dicen que prefieren comprar las legumbres ya cocidas, las de bote, porque, si tienen que hacerlo ellos mismos, gastan mucha energía”, asegura poniendo ejemplos concretos de lo que está suponiendo la inflación en la alimentación para los hogares más humildes de la ciudad.
Hidalgo llama la atención también sobre otro efecto indeseado del incremento del IPC, ya que no afecta solo a la cesta de la compra. La subida del coste de la vida viene marcada principalmente por el encarecimiento que a lo largo de este año ha afectado a los alimentos y a la energía. Estos dos grupos de productos y servicios son los “culpables” de que el índice general haya tenido un incremento interanual el pasado febrero del 6,5%, pero también del aumento del 10,7% que se llegó a vivir en julio. Esas subidas son los indicadores que se toman como referencia para la actualización de muchos servicios, como por ejemplo los contratos de alquiler o los precios de las residencias de mayores, explica la responsable de la OMIC. Así, a pesar de que el incremento de costes que se ha producido en estos servicios no es tan elevado, principalmente porque los sueldos no han aumentado en la misma medida, esos porcentajes sí son los que se aplican a la hora de actualizar los precios que deben pagar los inquilinos o los clientes de esos servicios. Aunque en la oficina se están atendiendo múltiples consultas y quejas por este motivo, a quienes las realizan no se les puede dar más solución que cumplir con el contrato que firmaron, en el que la mayoría de las veces se recoge una actualización conforme al IPC interanual del mes en el que se renueva. “¿Quién iba a pensar que alcanzaríamos esta inflación cuando se firmaron esos contratos?”, insiste la jefa de la sección municipal de Consumo.
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