Llega a Salamanca la calima, partículas que viajan del desierto del Sáhara al cielo salmantino

Tal vez hayan notado que estos últimos días su coche está un poco más sucio de lo habitual o que cada vez que tienden la ropa, aparece llena de polvo. Hay una explicación para ello. Se trata del efecto de la calima: un fenómeno meteorológico que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) define como la “suspensión en la atmósfera de partículas sólidas” que provocan una “visibilidad reducida y una humedad relativa menor del 70%”. “Salamanca vive un episodio de este tipo al año entre finales de febrero y finales de marzo”, explican desde el departamento de Física de la Atmósfera de la Universidad de Salamanca.

Este fenómeno, que no es tan habitual en tierras charras como sí pasa en las islas Canarias, no se suele prolongar más de tres días y empezará a desaparecer desde hoy mismo, confirman los expertos de esta disciplina de la Universidad. “A partir de hoy los vientos ya entran desde el Este en Salamanca y eso quiere decir que la calima irá desapareciendo”, argumenta.

“El aire con alta concentración de partículas en polvo viaja y cuando los vientos proceden del Norte de África, desde el Sur o Sureste, se generan masas de calima” que inunda la atmósfera con micropartículas que reducen de forma significativa la visibilidad. No obstante, esta turbiedad del aire es mucho más densa en el sur de la Península, que lo que puede llegar a Salamanca.

Esas micropartículas son especialmente perjudiciales para aquellos colectivos considerados de riesgo, es decir, las personas con problemas respiratorios y los niños de menor edad (hasta los 6 años, apuntan desde el departamento de Física de la Atmósfera). “Las micropartículas que viajan en el aire se cuelan en los alveolos y esto puede ser peligrosísimo”, puntualizan. Esta circunstancia se ve atenuada en estos momentos por el uso de la mascarilla. También recomiendan evitar hacer deporte a horas centrales del día.