Las raíces charras de una de las actrices más esperadas en 'La Casa de Papel': Belén Cuesta

Pese a su acento del sur, como ella mismo dijo en 2016 en el pregón festivo de Villamayor, Belén Cuesta es armuñesa al 50%. Premio Goya a la mejor actriz protagonista en 2020 por “La trinchera infinita", está muy vinculada a Salamanca. Su tía María Cuesta, exconcejala de Villamayor, recuerda aquel momento del chupinazo.

“Cuando yo me estrenaba como concejala de Cultura de Villamayor vino a dar el pregón de las fiestas, a pesar de estar de rodaje en ¡Huesca! Y lo hizo, por supuesto, sin recibir nada a cambio... Y es un amor de sobrina. En la entrega de los Goya, quiso compartir el premio, entre otros, "con mis titas, que tengo muchas y están felices". La actriz suma ¡12 tías!, ocho por parte de las Cuesta y cuatro por parte de su madre.

“Mi familia es una piña", asegura María Cuesta, “por lo que Belén ha pasado en Salamanca muchas de sus vacaciones, todas las Navidades y no pocos fines de semana desde que se instaló en Madrid. Viene todos los años con ocasión del aniversario de la muerte de nuestros padres, en que nos reunimos todos".

La actriz sevillana atesora muchos recuerdos de la tierra de sus antepasados. “Los veranos en Salamanca con mi prima Rocío en casa de mis abuelos. Ir a recoger a mi abuelo al Casino para tomar luego el aperitivo en el Café Novelty y que mis tías fueran llegando poco a poco y tener que poner cada vez más y más sillas porque son unas cuantas..." “Ir al cine Van Dyck", rememora Belén Cuesta, "con mis primos. Ver “La vida es bella" es ese cine y subir a casa de mi abuela totalmente compungidas sin parar de llorar....Y al día siguiente inventarnos un corto y convencer a mi abuela para que actuara....Bendita su paciencia y su amor con nosotras".

Tampoco olvida las semanas santas y otras fiestas. “Recuerdo ir a ver a mi hermano que sacaba el paso de Jesús Nazareno y llevarle algo de comer y un poco de agua para que cogiera fuerzas. Y salir con Carmen y sus maravillosos amigos. También las nochebuenas en Andrés Bueno y bailar muchísimo con mis primas y mis tías. Y a mi abuelo repartiendo los regalos de Navidad. Y las partidas de cartas el día 25 en casa de mi tía María, unos al mus y otros al Continental. Y el cocido en casa Ino. Y la plaza del Liceo, la calle Toro, la casa de la avenida de Portugal, el loro de mi abuela, pasear por la Catedral en verano, la tardes en casa de Miña, en Villamayor. En fin, guardo un millón de recuerdos preciosos y para siempre", apunta a LA GACETA.

Belén, recuerda su tía María Cuesta, es chozna [cuarta nieta] de un ilustre abogado de Salamanca, Torcuato Cuesta, que en 2017 fue homenajeado en Navarredonda de la Rinconada al cumplirse 100 años de la sentencia definitiva que devolvió a este pueblo su territorio tras el juicio de La Quilama. Uno de los hijos de don Torcuato, Ramón, que murió muy joven, dejó tres hijos.

“Uno de ellos", prosigue María Cuesta, “fue mi padre Andrés Cuesta, abuelo de Belén. Por razones profesionales, allá por los años setenta, mis padres se trasladaron a Sevilla, donde mi hermano Andrés Cuesta terminó la carrera de Derecho que había iniciado en Salamanca. Se casó y allí nacieron sus dos hijos, Andrés y Belén".

Posteriormente, se instalaron en Málaga y Belén Cuesta, que desde muy jovencita hacía teatro, se licenció en Arte Dramático. Después la actriz se fue a Madrid, donde tuvo varios empleos. Cuando servía copas en un bar de Chueca coincidió con Javier Ambrossi, que también era camarero, y le prometió que le escribiría un papel para que abandonara la hostelería. Y su oportunidad llegó con su interpretación de Sor Milagros en "La llamada" (2017). Su tía salmantina dice de ella que es “una trabajadora incansable y muy concienzuda". Y en el plano personal, añade María Cuesta, la actriz es "una chica alegre, generosa y sumamente cariñosa".

María Cuesta es licenciada en Filología Moderna por la Universidad de Salamanca. Opositó al cuerpo de Profesores de Enseñanzas Medias y ha trabajado en varios institutos de Salamanca. Se afilió al PSOE hace años y, ya jubilada, ocupó la Concejalía de Educación y Cultura en Villamayor en la anterior legislatura. Los varones de la familia han estado ligados al Casino de Salamanca.

Su bisabuelo Torcuato, su padre Andrés y su tío abuelo Diego Martín Veloz fueron presidentes de la institución cultural que hoy tiene a su frente a Alberto Estella. Diego Martín Veloz, militar, político e importante hombre de negocios, fue herido de bala en el Casino por José Núñez Alegría.