Las prejubilaciones caen drásticamente tras el último repunte después de la crisis

Los salmantinos entre 60 y 64 años que están prejubilados cada vez son menos. Así se desprende de los datos de la Seguridad Social, que confirman una tendencia a la baja que comenzó en 2019 y que se ha mantenido desde entonces. Un claro cambio de tendencia, ya que la anterior recesión económica provocó un importante incremento de las solicitudes. Ahora, y pese que la crisis provocada por la pandemia es profunda y a que se ha estado negociando una nueva reforma, menos salmantinos han dado el paso de prejubilarse.

Los últimos datos disponibles, correspondientes al pasado mes de mayo, evidencian que 2.084 personas de entre 60 y 64 años cobraron una jubilación en Salamanca. La cifra es notablemente inferior a la que había a final de 2018, ya que entonces eran 2.428, récord de la serie histórica. En los últimos dos años y medio, la tendencia ha sido claramente a la baja, un cambio respecto a los ejercicios anteriores.

La evolución ascendente de las prejubilaciones comenzó en 2006, aunque fue a partir de 2012 cuando ganó ritmo. La reforma de las pensiones del PP, que entró en vigor en 2013, aceleró que muchos trabajadores pidieran su paso a la jubilación, a lo que luego se sumaron los efectos de la anterior crisis económica, que llevaron a más personas a dar este paso, en muchos casos ante la imposibilidad de encontrar un empleo con una edad ya avanzada.

La recuperación económica posterior restó poco a poco candidatos “obligados” a la prejubilación, a la que se ha sumado la progresiva extensión de la edad de jubilación. Una cuestión llamativa es que, a diferencia de lo ocurrido con la anterior reforma, pese a que llevan tiempo negociándose los nuevos cambios, los salmantinos no han recurrido a la prejubilación para evitar posibles efectos negativos.

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