Lunes, 24 de mayo 2021, 19:54
Después de trece meses con la mortalidad disparada por la pandemia, los fallecimientos en la provincia vuelven no solo a la normalidad, sino que incluso son inferiores a los de los años prepandemia. El virus sigue ahí, pero la vacunación parece haber logrado frenar la peor de sus consecuencias. A pesar de que la pandemia no ha acabado, Salamanca ha vivido el mes de abril con menos decesos de los últimos seis años. Conforme a los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, entre las semanas decimoquinta y décimo octava de este año —desde el 29 de marzo hasta el 2 de mayo, ambos incluidos— murieron en la provincia 284 personas. En el mismo periodo del año pasado, que coincidió con el pico de la primera ola, fueron 658. El descenso ha sido del 56%. No solo los decesos son menos hoy que hace un año, sino que también son inferiores a los registrados en estas mismas cinco semanas en los cuatro años anteriores, en los que nadie podía imaginar aún que llegaría una pandemia mundial. Es la conclusión que se desprende de los datos aportados por los registros civiles y recopilados por el INE.
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En la misma línea, el Instituto Carlos III, a través de Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), considera que el pasado 12 de febrero concluyó en Castilla y León el último de los cuatros periodos con exceso de mortalidad que ha vivido la Comunidad desde marzo de 2020.
Aunque el pasado verano, el coronavirus dio una tregua en la provincia y se redujeron mucho los decesos por coronavirus, la estadística del INE muestra que continuaron registrándose más fallecimientos de los habituales para ese periodo del año. Fue el verano con más muertes del siglo, 185 más que la media de los diecinueve años anteriores. Y de ellos, solo una quinta parte (39) se atribuyeron a la covid. En Salamanca se seguían perdiendo demasiadas vidas. ¿Por qué? Muy posiblemente la sobrecarga del sistema sanitario y el temor de la población a recurrir a su médico impidieron detectar a tiempo otras patologías. Frente a lo ocurrido en los meses de junio, julio y agosto del pasado año, este abril ya no existe ese exceso de mortalidad con respecto al periodo previo a la pandemia.
Por otra parte, hasta el 2 de mayo, el INE contabilizó este año 1.561 decesos de salmantinos. A pesar de la intensidad de la tercera ola —de principios de enero a mediados de marzo—, los fallecimientos, que indudablemente son menos que los notificados en esos mismos cuatro meses de 2020, suponen un incremento de un 1,3% respecto a 2019 pero son menos que los registrados, por ejemplo, en 2015. Todo ello apunta a que el proceso de vacunación iniciado el 29 de diciembre está permitiendo ganar la batalla a la covid. Continúa habiendo contagios, siguen ingresando infectados, pero las muertes han bajado a mínimos.
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