Imagen de la única zona del tramo en la que se renovó el carril derecho. TEL

Las largas para explicar el futuro de la A-66 de Guijuelo a Sorihuela

Se limita a afirmar que “sigue trabajando”

Lunes, 14 de septiembre 2020, 19:26

Las dudas sobre cuándo se reanudarán las obras en la A-66 entre Guijuelo y Sorihuela no paran de aumentar. Paralizadas desde el pasado año, con la empresa adjudicataria en concurso de acreedores desde febrero y con el Gobierno sin dar explicaciones o indicar cuáles van a ser los pasos a seguir para recuperar un proyecto que apenas duró unos meses. El Ministerio de Transportes es reacio a informar de las actuaciones que está realizando para reactivar una reforma urgente debido al grave deterioro que presenta la autovía en un tramo de unos 12 kilómetros.

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Cuestionado de nuevo por este asunto por LA GACETA, el Ministerio no especifica que está haciendo, si va a resolver el contrato con la adjudicataria debido a sus problemas económicos, o la va a obligar a continuarlos, cuestión casi impensable. Tampoco aporta una fecha prevista para el reinicio de las obras en la A-66. Únicamente se limita a asegurar que espera que "próximamente se puedan reanudar los trabajos, para lo que el Ministerio ha estado y sigue trabajando".

A la vista de la nula actividad desde finales del año pasado y la falta de información, resulta difícil pensar que la rehabilitación pueda retomarse este mismo año. La primavera y el verano se han perdido. Como mucho los obreros podrían volver este otoño, pero en invierno los trabajos deberían aparcarse debido a las bajas temperaturas. Por lo tanto, la reforma va camino de estar un año en blanco, un inconveniente y un peligro para los conductores por el mal estado del asfalto.

La empresa adjudicataria del proyecto entró en concurso de acreedores en febrero por su mala situación económica. Un problema que arrastraba al menos desde el otoño pasado y del que era consciente el Ministerio de Transportes. Sin embargo, las actuaciones para evitar la situación actual han brillado por su ausencia. Siete meses después de declararse el concurso de acreedores, y pese a que el Gobierno había afirmado que la reforma era una “prioridad” para el organismo que dirige José Luis Ábalos, la posibilidad de una vuelta a los trabajos a corto plazo resulta una quimera.

Las dificultades del proyecto se arrastran desde hace tiempo. La adjudicataria, una unión temporal de empresas formada Construcciones Otero y Narila, ambas pertenecientes a la misma familia, ya saltaron al poco de iniciarse los trabajos en el verano de 2019. Las obras estuvieron paralizadas durante varias semanas por las desavenencias entre la adjudicataria y las subcontratas. En esas mismas fechas, se supo que la empresa tuvo que renunciar por su delicada situación económica al menos a un proyecto que había ganado en Andalucía. Pese a estas advertencias, el Ministerio de Transportes decidió continuar con el procedimiento, una decisión errónea a la vista de lo ocurrido finalmente.

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Las obras se retomaron en octubre y el tramo levantado se terminó y abrió a la circulación tres días antes de la celebración de las elecciones generales de noviembre. A partir de entonces no se volvieron a ver trabajadores y maquinaria en el resto del tramo que aún queda por rehabilitar. El argumento del Ministerio de Transportes fue entonces que los trabajos quedaban suspendidos por el plan invernal, ya que para que asiente el firme se necesitan que las temperaturas estén por encima de los 5 grados. Ese plan invernal acabó el pasado 1 de abril, pero la actividad no ha vuelto por el concurso de acreedores de la adjudicataria.

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