Un camarero atiende a clientes en una de las terrazas situadas en el centro de Salamanca.

Las dificultades para encontrar camareros o jefe de cocina en Salamanca

La complicada situación del sector “impide pagar más a los trabajadores” | Jorge Moro vaticina un otoño negro por el alto coste de los suministros

Sábado, 29 de octubre 2022, 09:44

A pesar de que la lista del sector servicios sigue sumando desempleados, según los datos de la Encuesta de Población Activa, la hostelería sufre el problema de la falta de cocineros y camareros en los establecimientos de Salamanca.

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El presidente de la Asociación de ... Hostelería, Jorge Moro manifiesta que a pesar del esfuerzo realizado por los gerentes y propietarios de bares y restaurantes “en una gran cantidad de casos no se encuentra personal cualificado”.

Para Moro el principal problema llega a la hora de tener un jefe de cocina: “Encontrar un buen cocinero es un diamante. Es prácticamente imposible encontrarlos aunque desesperadamente los empresarios los busquen”. A la hora de buscar la causa, el presidente de los hosteleros salmantinos entiende que la complicada situación que atraviesa el sector impide a los establecimientos ofrecer un mejor sueldo: “No podemos llegar a más. Casi nadie puede pagar los 1.800. 2.000 o incluso 3.000 euros que se pagaba a un cocinero bueno y todo eso repercute claro en el cliente”. Moro explica que los bares y restaurantes están consiguiendo salir adelante “ofreciendo más descanso a los jefes de cocina”. Para ello, los establecimientos tienen dos opciones, o limitar el servicio a comidas o cenas, u ofrecer al personal tres días a la semana de descanso en lugar de dos.

En cuanto a la situación de los camareros, la situación no es tan grave porque “hay mucha oferta, aunque no tenga gran cualificación el personal”. El problema, según Moro, “son las ayudas”. El presidente se refiere a que al ser contratos de media jornada los que puede ofrecer el sector, hay jóvenes, principalmente, que prefieren no aceptar ese trabajo y seguir percibiendo la subvención.

La hostelería cree que el problema se va a agravar en los próximos meses, y ya vaticina un “otoño negro” como consecuencia de los suministros: “ahí sí vamos a encontrarnos con una situación complicada, porque los bares y los restaurantes no pueden hacer frente al incremento del precio de la luz y de la calefacción por gas”.

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Moro es pesimista a corto plazo, ya que estima que se avecina una etapa difícil hasta la llegada de la época de Navidad, donde comenzará a resurgir con las cenas de empresas y de amigos en las que las salas seguramente vuelvan a llenarse una vez superados los problemas de la pandemia.

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