El Lunes de Aguas ha llegado y con él las colas en las panaderías, pastelerías y carnicerías para hacerse con un sobroso hornazo para disfrutar durante esta jornada. Además, las temperaturas de este lunes acompañarán las salidas al campo, ya que se esperan máximas de 20 grados y cielos despejados.
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La estampa de personas una detrás de otra esperando el turno para comprar el producto se repite por el centro de Salamanca. El hornazo, esa mágica conjunción de masa engrasada de pan, lomo adobado, chorizo y –no siempre- huevo, es una especie de religión gastronómica que cuenta con innumerables fieles practicantes, pero anda muy justa de dogmas. Hay muchos hornazos distintos por España; cada tierra sostendrá que el suyo es el verdadero. Pero es Salamanca la que le ha dado la popularidad con la fiesta.La variedad es muy amplia y prueba de ello son las muestras por la provincia, donde encontramos el hornazo de las Arribes. Varios pueblos de esta zona elaboran un hornazo de características similares: de forma redondeada, con una consistente masa de pan, enriquecida con aceite y huevos y relleno con tajadas de chorizo y lomo. En concreto, en Vilvestre el hornazo gana en contundencia, pues se rellena con una capa de chorizo, otra de lomo embuchado y otra con... ¡salchichón!
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