Viernes, 6 de mayo 2022, 20:36
El nuevo encadenamiento de subidas que ha experimentado el gasóleo ha restado efecto a la bonificación al carburante que se aplica desde el pasado 1 de abril. Los aumentos de la última semana se han comido la mitad del descuento de 20 céntimos por litro, obligando a familias y empresas a realizar un mayor gasto para llenar el depósito de sus vehículos. De hecho, los combustibles marcan en la actualidad los precios más altos de su historia en Salamanca.
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La bonificación fue aplicada por el Gobierno el 1 de abril. Entonces el diésel costaba 1,86 euros por litro en la mayoría de estaciones de servicio salmantinas, mientras que la gasolina 95 se pagaba en el entorno de los 1,82. En la primera quincena de abril hubo un pequeño descenso, tendencia que cambió en la segunda parte del mes, al principio con ligeras subidas y luego con un incremento más acelerado en la última semana y los primeros días de mayo. Ahora el gasóleo se encuentra a 1,96, mientras que la gasolina está a 1,91 euros por litro.
La subida, de 10 céntimos en el gasoil y de 9 en la gasolina, ha reducido a la mitad el efecto del descuento del Gobierno. Si el 1 de abril los conductores pagaban por litro de diésel 1,66 euros tras la aplicación de la rebaja, ahora son 1,76. El problema es si la tendencia alcista se mantendrá en los próximos días. Muchos analistas apuntan a que el anuncio del veto al petróleo ruso por parte de la UE han propiciado el incremento de las cotizaciones del barril de petróleo y, a su vez, de las del gasóleo en los mercados internacionales. Este último refleja el encarecimiento de los combustibles. Hace un mes la tonelada métrica de gasoil estaba por debajo de los 1.000 dólares. Hace una semana se había situado en el entorno de los 1.100, mientras que ayer cerró cerca de los 1.200.
Los precios altos han provocado que el consumo de carburantes se vea afectado. En los dos primeros meses, cuando todavía no se había aplicado la bonificación pero con un coste del diésel y la gasolina ya muy elevado, las ventas de las gasolineras salmantinas habían caído un 10% en el caso del primero y casi un 5% en el segundo, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos. En marzo, pese a que no hay datos oficiales, la caída fue a más, ya que desde que se anunció la bonificación, muchos conductores aguardaron al 1 de abril para repostar.
“Es cierto que en las primeras semanas del descuento las ventas se dispararon. Pero tras Semana Santa, el consumo ha vuelto a la situación de antes”, explica Lorenzo Colomo, presidente de la asociación de estaciones de servicio de Salamanca. “Seguimos muy lejos de las ventas que teníamos antes de la pandemia”, sentencia. Un problema que, junto con el adelanto que tienen que hacer de la bonificación —los 15 céntimos que corresponden al Estado—, amenaza la viabilidad a corto plazo de sus negocios.
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