Pocas voces pueden presumir a día de hoy de haber tenido la oportunidad de protagonizar la primera pieza musical conservada en la historia de la ópera y de haberlo hecho embelesando a los mejores de un ámbito al que acceder es tan complicado. La soprano salmantina Vera Escribano cumplió el sueño de su vida el pasado 21 de octubre y todavía no se lo cree.
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Aquel día, salió al Teatre Principal de Palma de Mallorca para encarnar a Proserpina, una de las diosas más reconocidas del Barroco, en el marco de la representación de ‘L’Orfeo’ de Monteverdi. 36 días después, recuerda lo difícil y revolucionario que fue para ella el representar el amor conyugal, la fe y la compasión que, en teoría se esperaba de ese papel, pero que, finalmente, se transformó en “una asesina, dominatrix y manipuladora con su marido, con un gran poder sexual” y para el que tuvo que ‘echar’ muchas horas junto al director de escena. La recompensa se tradujo en las 1.606 personas que llenaron el centro de arte dramático por excelencia balear.
“A nivel escénico, fue muy duro. Tuve que representar a un personaje con mucho poder y enmarcarlo dentro de un escenario en el que el infierno se asemejaba a una fiesta con mucho sexo, drogas y rock and roll. Pese a esa dureza, el hecho de que haya sido la elegida para interpretarlo, coincidiendo, además, con músicos de tanta calidad como Mauro Borgioni, Anna Bonitatibus o Jérôme Varnier es mi ya mayor sueño cumplido, además del proyecto más importante en el que ha estado inmersa durante toda mi trayectoria”, asegura para LA GACETA.
Tras esta hazaña, le es imposible no recordar sus inicios, cuando dio sus primeros pasos en el coro del Colegio Calasanz de Salamanca hasta que, a nivel profesional, comenzó a perfeccionar su técnica junto al barítono David Menéndez en el Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia, tocando como solista diversos estilos como el barroco o la música de cámara del siglo XX y ‘quedándose’, finalmente, en la música antigua.
“Siempre fui una niña que se interesaba mucho por el arte y por todo lo que tuviese relación con la historia. De ahí, mi formación humanística. Empecé a cantar gracias a Bernardo García-Bernalt. Gracias a él, estoy donde estoy y, desde entonces, todo el mundo me recuerda cantando. A nivel vocacional, siempre le he considerado mi mentor. Si no hubiese existido el momento en el que nos cruzamos por el camino, mi vida hubiese sido completamente distinta”, recalca la soprano salmantina Vega Escribano
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Historiadora de formación, califica a la Universidad de Salamanca como “un oasis” porque siempre ha tenido una oferta cultural muy fuerte, empezando por Las Noches del Fonseca y destacando la Academia de Música Antigua, de la que resalta “la gran labor que sus músicos han hecho desde dentro y la ilusión con la que han trabajado hasta ahora”, siendo algo que pudo disfrutar teniendo en cuenta que ella también formó parte de la misma siendo becaria en el momento en el que únicamente existía una orquesta barroca en toda España -la de Salamanca- y había una única titulación de Música Antigua en el país -la que se podía adquirir en Barcelona-. “Mi experiencia como becaria no pudo ser mejor. Gracias a mi paso por la Academia de Música Antigua, adquirí, junto al resto de mis compañeros, una cultura musical bestial y entrar dentro de la primera generación de aficionados a la música antigua de España.
Su paso por el Teatre Principal de Mallorca el pasado 21 de octubre resulta ser algo inolvidable para ella. Cada vez que piensa en cómo le comunicaron que tendría la oportunidad de protagonizar ‘L’Orfeo’, se emociona y recuerda lo mucho que ha evolucionado la cultura musical en las Islas Baleares y su faceta como soprano desde que llegó a Mallorca. “El Teatre Principal de Mallorca tiene unas audiciones. Para cada representación, cogen a gente muy consolidada, pero también eligen a otra mucha en las audiciones que llevan a cabo y a las que me presenté para la obra de Monteverdi. Me siento muy agradecida porque se me dio la oportunidad. Creo que, en Mallorca, si hay algo que los creadores tienen claro, eso es que es muy importante que se dé importancia a la llegada de nuevas voces”, asegura.
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“Hacía 20 años que no se representaba ‘L’Orfeo’ en España y que yo haya tenido el placer de hacerlo con una plantilla increíble, en la que la gente que no ha audicionado es la mejor, ha sido lo mejor que he vivido con mucha diferencia hasta ahora”, recalca Vega Escribano, ahora inmersa en la edición de un disco en el que incluirá la obra integral de soprano de Biagio Marini, gracias a la cual ha podido coincidir con músicos que son referentes a nivel mundial y con la cual tiene previsto pisar distintos escenarios para seguir ofreciendo un repertorio a la altura de la pasión que siente cuando habla de la ópera.
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