Una persona sin hogar pide en la calle Prior en plena nevada. ALMEIDA

La solución para los sintecho de Salamanca ante la llegada del frío polar

El Ayuntamiento activa la Operación ‘Ola de Frío’ para atender a las personas sin hogar. Cristina ha decidido refugiarse en un centro de acogida ante la mala experiencia de dormir en la calle: “Dormíamos abrazados a los cartones”

Viernes, 24 de febrero 2023, 11:27

El Ayuntamiento decidió activar este jueves la Operación ‘Ola de Frío’ para reforzar la atención a las personas sin hogar y dispongan de un espacio para alojarse y recibir atención social. La gestión se realizará a través de la Unidad de Emergencia Social, gestionada por Cruz Roja Salamanca, y las entidades integrantes de la Mesa de Personas sin Hogar. A través de esta medida, las unidades de intervención saldrán a la calle para contactar con las personas sin hogar que pernoctan en la vía pública para ofrecerles la posibilidad de alojarse en espacios cubiertos.

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La importante nevada que cayó en la mañana de este jueves y la previsión de la bajada importante de temperaturas para los próximos días pone en riesgo la vida de las personas que viven en la calle. Cristina lo sabe bien. Lleva años viviendo en la calle pero en los últimos días ha vuelto al Centro de Atención a Personas sin Hogar de Cruz Roja para pasar las noches ante la bajada de las temperaturas. Mientras espera la comida caliente ofrecida en el Comedor de los Pobres, tirita y se aprieta las manos contra el abrigo. Hace una semana dormía en un portal, cajero, o donde pudiera. Ella sabe lo que son las noches de invierno cerrado y no quería volver a pasarlos en la calle. “En días como hoy si estás durmiendo fuera solo rezas para que pase esta noche lo más rápido que puedas. Te abrazas a la manta y a los cuatro cartones y a esperar que la noche pase cuanto antes”, reconoce.

En el arco de la calle Prior en la Puerta Zamora, una de las personas que suele pedir dinero junto a su perro tiene la manta empapada de la primera nevada del día. El pelo, empapado, mientras la indiferencia se va adueñando de los que pasan corriendo a su lado. Alguna mirada furtiva se escapa.

Cristina recuerda cómo en el último año ha vivido muchas veces esa experiencia en las noches de frío. “Yo solo pedía una cama y nadie me la daba”, lamenta sobre su última experiencia en la calle. Nunca antes había estado en Salamanca. Salió de la cárcel de Topas y gracias a los distintos servicios sociales de Cáritas, primero; y posteriormente de Cruz Roja decidió establecerse en Salamanca. Es gallega y habla del frío, consciente de la autoridad que da haberlo vivido dentro de sus huesos. “Lo peor es cuando se mojan los cartones y se mete el frío en la ropa”, reconoce. A su lado se encuentra Juan Antonio Velasco mientras recoge un sobre de jamón. También ha pasado la noche en el Centro de Atención a Personas sin Hogar. Trata de evitar el frío recorriendo el calor de las bibliotecas. Come en el centro ‘Espacio Abierto’ o en el Comedor de los Pobres. Entra en calor y espera a que pase la noche leyendo libros o el periódico. Evita que el frío le alcance en su máxima expresión.

La mayoría de organizaciones se vuelcan estos días en reponer la ropa mojada de las personas sin hogar y de ofrecerles un lugar donde poder asearse, antes de pasar la noche. Cristina dice que ya ha dejado las drogas. Toma metadona, prescrito por el médico, según asegura, y ha comenzado a realizar cursos. “Estoy empezando a ser una persona nueva”. A la una de la tarde, el arco de la calle Prior ha quedado vacío. Ya no queda ni el rastro de los cartones, ni de las mantas mojadas. Y nadie se ha dado cuenta. En la mañana en la que la ciudad volvió a ver nevar.

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