Lunes, 1 de marzo 2021, 09:59
Carmen Bernis Madrazo (1919-2001), historiadora del arte, investigadora de la historia del traje y catedrática de instituto, nació en Salamanca en el seno de una familia acomodada de tradición intelectual y liberal.
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Inició sus estudios en el Instituto Escuela de Madrid, pero la Guerra Civil impidió que terminara allí el bachillerato. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Complutense; todos sus hermanos fueron a la universidad, lo que define a una familia que, en los años cuarenta, no dudaba en dar la misma clase de educación a chicos y chicas, según escribe en el Diccionario Biográfico la experta en historia de la moda Amelia Leira.
Desde 1945 fue ayudante de la cátedra de Historia del Arte del profesor Diego Angulo Íñiguez, a quien consideró su mentor, y a él se debe que iniciara sus trabajos de investigación sobre la historia del vestido, ya que era consciente de la falta absoluta de estudios sobre la materia y de su importancia dentro de la historia del arte. Carmen, apunta Amelia Leira, terminó brillantemente su doctorado en 1952 con una tesis llamada “Indumentaria española en el reinado de los Reyes Católicos”.
Obra inédita. Ya de estudiante, Carmen había sido becaria en el Instituto Diego Velázquez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pero a partir de entonces se convirtió en colaboradora y lo continuó siendo hasta 1969. Se encargó de la crítica de libros en la revista “Archivo Español de Arte”, dependiente de este organismo, y publicó en su colección Artes y Artistas sus principales libros de investigación: “Indumentaria medieval española” (1956), “Indumentaria española en los tiempos de Carlos V” (1962) y “Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos” (1978). Fue una investigadora extremadamente rigurosa que siempre se basaba en datos exactos extraídos de los archivos históricos, en citas de los autores clásicos que conocía muy bien y en el estudio de las obras de arte contemporáneas a su estudio. Escribió con un lenguaje claro y preciso y evitó siempre tanto hacer conjeturas imaginativas como usar una retórica innecesaria, afirma Amelia Leira.
Mantuvo relaciones internacionales a lo largo de toda su carrera, cosa muy poco frecuente durante la época franquista. En 1952-1953 trabajó en un liceo de París como ‘assistante de langue espagnole’, al mismo tiempo que continuaba con sus investigaciones. En 1958 obtuvo una beca de la Real Academia de la Historia para estudiar en la Lipperheideschen Kostümbibliotek de Berlín, única en el mundo por la riqueza de sus fondos, y en 1960 el Gobierno francés la designó como becaria para trabajar en el Cabinet des Estampes de la Biblioteca Nacional de París. En 1953 fue nombrada representante de España en el Centro Internazionale delle Arti e del Costume (Roma, Milán, Venecia) y colaboró con él en la creación de la Bibliografía crítica internacional del traje. Fue también miembro de la Hispanic Society of America de Nueva York.
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Su trabajo de investigación fue constante, publicó artículos en revistas españolas y extranjeras, participó en congresos e impartió cursos sobre la historia del traje. Se convirtió en la máxima autoridad española en la materia, internacionalmente reconocida. Fue abarcando paulatinamente más épocas de la historia. “A todos los estudiantes que se interesaban por la materia los profesores les enviaban a Carmen Bernis y ella les orientaba generosamente, dentro de un trato serio y sobrio; algunos continuamos la relación y nos convertimos en sus discípulos”, apunta Amelia Leira.
Compaginó su labor investigadora con la docencia. Durante veintinueve años fue catedrática de Historia del Arte en el Instituto Nuestra Señora de la Almudena de Madrid y dio clases hasta que la jubilaron repentinamente, al cumplir los sesenta años, a causa de un cambio de plan ministerial, “muy a su pesar, porque disfrutaba enseñando y pensaba que lo hacía entonces mejor que cuando empezó”, añade su discípula.
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Muy poco antes de su muerte se publicó el que fue su trabajo más querido: “El traje y los tipos sociales en el Quijote”, una aproximación al libro desde un nuevo y original punto de vista. Vistió a cada uno de los personajes y, a través de su vestido, queda definida su posición social y económica, sus creencias y sus aspiraciones. “El estudio del traje “, apunta Amelia Leira, “no es tan sólo una herramienta útil para la historia del arte, que sirve para fechar obras o corregir atribuciones erróneas, sino que es una de las manifestaciones humanas más cercanas a nosotros mismos, digna de ser estudiada por sí misma”. Ha quedado inédita su obra final “Historia del traje y la moda en España, desde la época visigoda hasta el siglo XX”, en la que recopiló todos los trabajos realizados a lo largo de su vida, y que, de publicarse, será única y fundamental en su género, afirma su discípula.
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