Una persona del equipo de la residencia Aula Rector trabajando en la cocina apuntalada ALMEIDA

La ruina que esconden los escombros del Seminario de Carvajal: “Estoy asfixiada. Nadie hace nada”

Un año después del derrumbe, parte de las piedras que cayeron en las ventanas de la cocina de la residencia de San Pablo siguen en el mismo lugar

Viernes, 9 de diciembre 2022, 13:32

Jamás va a olvidar el estruendo que sonó aquel 7 de diciembre de 2021 sobre las 21:45 horas. Solo unos minutos antes, las trabajadoras habían abandonado la cocina. “Menos mal”, dice. Ello y las verjas de hierro que protegen las ventanas de las habitaciones de estudiantes evitaron una auténtica “desgracia”.

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Desde entonces ha estado callada pero ahora, cuando justo se cumple un año del derrumbe del Seminario de Carvajal, la directora de la residencia universitaria Aula Rector de la calle San Pablo no puede callar: “Las piedras siguen ahí. He tenido que pedir dos préstamos, uno de ellos avalado con mi propia casa. Estamos trabajando con la cocina apuntalada y sin poder abrir las ventanas aún. La única perjudicada soy yo”, lamenta.

La magnitud del derrumbe aún puede apreciarse a pie de calle. Pese a los trabajos de urgencia que se llevaron a cabo un mes después del siniestro, fue a principios de noviembre cuando se retomó a mayor ritmo el desescombro de los restos de la ruinosa torre del Seminario de Carvajal, propiedad de la Fundación Colegio Niños del Coro, a cuyo frente se encuentra el Cabildo Catedralicio.

Pese a ello, grandes sillares continúan amontonados todavía hoy entre la cercana Torre del Marqués de Villena y la trasera de los edificios de la calle San Pablo. A finales de noviembre saltaba la noticia: la arqueóloga Cristina Alario había descubierto restos de la Cerca Vieja al final de la calle San Pablo, entre el recinto de la Cueva de Salamanca y el espacio verde junto al que se sitúa la escultura dedicada a Pepe Ledesma.

La directora de la residencia Aula Rector entiende que se trata de un proceso largo y se muestra comprensiva, pero pide que de una vez por todas alguien le arregle los daños en el interior del edificio que regenta con independencia de los trabajos que se están llevando a cabo en el exterior. “Lo que me dice el seguro es que hasta que no quiten todos los escombros no pueden valorar los daños y solicitar la reclamación. La semana que viene vamos a hablar con los abogados del clero. No quiero llegar a juicio pero evidentemente me corre prisa porque he tenido que pedir créditos para salir adelante”, relata.

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Precisamente los gastos a los que ha tenido que hacer frente la directora, según su versión, no son pocos. “Esto ocurrió en diciembre y hasta enero no nos apuntalaron la cocina. Ese tiempo yo tenía que seguir alimentando a los estudiantes y no podíamos preparar nada, por lo que tuve que contratar un catering. Además, no quise despedir a las cocineras porque pobrecitas, no tenían culpa de nada, y las seguí pagando. También hubo dos habitaciones —la residencia tiene 54— que tuvimos que tener cerradas un tiempo por los escombros que ocupaban las ventanas. Ahí también perdí un dinero. Y porque no reclamo daños morales que si no...”.

Pero lo que más le preocupa ahora a la directora es la situación en la que está trabajando el equipo de cocina. “Han apilado los sillares entre la fachada de la residencia y la Torre del Marqués de Villena. Estamos trabajando en la cocina sin poder abrir las ventanas. Además sigue apuntalada y lo que me da miedo es que vaya una inspección de trabajo y encima me digan que así no pueden estar. ¿Sabes el remordimiento de conciencia que tengo cada vez que entro y veo a mi gente trabajando así y sin quejarse de nada? Nos dijeron que era seguro pero lógicamente te da miedo”, explica la afectada.

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Por ello, un año después ruega al Cabildo que tome medidas de una vez por todas. “Les he dado todas las facilidades. Que me vayan pagando poco a poco hasta que todo esto termine pero entre unos y otros se van lavando las manos. Yo no tengo culpa de nada de esto. Arrastro deudas y lo que gano es para pagarlas. No tendría que tener dos préstamos”.

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