La baja incidencia de la pandemia ha dado una tregua a la vida social en Salamanca. Si es cierto que esta semana se pasaba al nivel 3 de restricciones en la capital salmantina, la gente también retoma costumbres que la pandemia había paralizado. Es el caso de las bodas y con ello, las despedidas de soltero, una práctica muy común y controvertida en Salamanca, que ha traído muchos problemas y quejas debido a las vestimentas y el alboroto causado por los jóvenes.
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Por ello, desde 2019 una modificación en la normativa municipal exponía que pasear total o parcialmente desnudo, vestir disfraces sexistas o el uso de aparatos de reproducción de sonido, forman parte de la gran lista de prohibiciones para atajar las situaciones de desfase en la ciudad de Salamanca.
En las imágenes de la tarde del sábado, un grupo de jóvenes ataban a otro en una farola de la plaza de San Justo, ante el asombro de las personas que estaban en las terrazas de esta conocida calle de bares.
La Policía Local de Salamanca llegaba al lugar y disolvía la situación, desatando al joven.
El siguiente paso para la capital salmantina es entrar al nivel 2, una vez pasados 14 días desde la implementación de la nuevas medidas y siempre y cuando la baja incidencia se mantenga.
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