Jueves, 5 de agosto 2021, 19:55
La Agencia Tributaria recaudó en Salamanca en el primer semestre del año la cuantía más abultada por impuestos estatales de los últimos siete años. Una noticia sorprendente sin el contexto necesario para comprender cómo es posible que Hacienda ingrese más dinero en plena crisis económica provocada por la pandemia. Además de que la reactivación de algunos sectores está ayudando a incrementar la recaudación, muy superior a la que hubo de marzo a junio del año pasado, en pleno confinamiento domiciliario, hay otro factor aún más importante que ha influido en la recuperación de los ingresos tributarios: el final de los aplazamientos acordados en 2020.
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Los datos del propio organismo público constatan que entre enero y junio de este año obtuvo en Salamanca 182,8 millones de euros. Se trata de un 14% más que en el mismo periodo de 2020, ya afectado por la pandemia desde marzo, pero también por encima de ejercicios anteriores en los que el coronavirus aún sonaba como algo lejano. ¿Qué ha causado esta situación? La principal razón es que empresas y particulares han tenido que hacer frente a los pagos que tenían pendientes desde 2020, ya que los aplazamientos concedidos han terminado.
El pago de esos aplazamientos afecta especialmente a los impuestos más importantes. El IRPF, por ejemplo, ha aumentado un 20% y alcanza los 89 millones de euros en la provincia, 15 más que en el primer semestre del año pasado. La Agencia Tributaria destaca la influencia de esos abonos retrasados, aunque también hace hincapié en que los resultados de mayo y junio mejoran con creces los de 2020, ya que entonces el mercado laboral sufría las consecuencias del primer estado de alarma.
El de Sociedades también experimenta un importante incremento. En un año pasa de 12,7 a 19,5 millones de euros en Salamanca, síntoma también de que ha habido más empresas que han podido trabajar con cierta normalidad durante el primer semestre, a diferencia de lo que ocurrió al inicio de la pandemia. Aquí también influye el final de los fraccionamientos de deudas de 2020.
Un hecho llamativo es el del IVA. Al igual que el resto de grandes tributos, el agotamiento de los aplazamientos ha permitido que la Agencia Tributaria ingresara más por esta vía. Sin embargo, el balance final es menos positivo que con el IRPF y Sociedades, ya que en 2021 hay un retroceso de un 1,5% respecto al mismo periodo de hace un año. Una realidad que evidencia que todavía el consumo no se ha recuperado del todo como para volver a la situación que había antes del coronavirus. Hay que recordar que en un año de pandemia, los salmantinos habían ahorrado 600 millones de euros pese a la crisis, según los datos del Banco de España.
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