Miércoles, 7 de abril 2021, 12:53
La evolución del mercado laboral en marzo en Salamanca ha arrojado datos desconcertantes. El paro descendió como jamás se había visto en los últimos años en la provincia salmantina en el tercer mes del ejercicio, pero la afiliación a la Seguridad Social no siguió esa tendencia. De hecho, el dato del número de cotizantes a final de mes evidencia un cuantioso descenso de los trabajadores dados de alta. Un contraste entre un dato y otro al que resulta difícil encontrar una explicación, incluso por parte de las propias administraciones públicas. La única hipótesis posible, pero sin confirmar, podría ser que los problemas informáticos que sufrió el pasado mes el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), y que afectaron de manera indirecta al Ecyl durante varios días, hayan impedido o aplazado la inscripción de nuevos parados.
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Los informes oficiales de los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social reflejan que el número de desempleados en Salamanca ha experimentado un descenso de 786 personas, lo que sitúa el total de parados en 25.884. La caída experimentada en marzo ha sido la más importante de los últimos años, una cuestión sorprendente teniendo en cuenta que la campaña de Semana Santa ha estado muy por debajo de lo habitual por las restricciones sanitarias, aunque en marzo la hostelería pudo reabrir el interior de los locales.
La importante bajada del paro no ha estado acompañada por un incremento igual de la Seguridad Social. La afiliación media del mes ha sido de 118.117 personas, lo que representa un incremento de 312 afiliados más que la media de febrero. Sin embargo, la mayor divergencia se da con la afiliación existente en el último día del mes, una referencia desde que comenzó la pandemia por la gran influencia que tienen en el empleo las medidas que se adoptan para contener los contagios y que desvirtúan el dato de la afiliación media mensual. Si febrero acabó con 117.806 salmantinos dados de alta en la Seguridad Social, marzo lo hizo con 117.223 tras un descenso de 583.
El Gobierno se limita a señalar que el significativo descenso del paro se produce tras haber superado la tercera ola de la pandemia, que ha permitido suavizar restricciones que inciden en la actividad económica, pero no entra en más explicaciones sobre los trabajadores cotizantes. Lo cierto es que en marzo el Sepe sufrió un ataque informático que ha paralizado o lastrado su actividad durante buena parte del mes y que afectó de manera indirecta al Ecyl, donde se inscriben los nuevos parados, al compartir parte de los programas informáticos. Ese incidente impidió durante días dar de alta a los nuevos parados de manera telemática, así como renovar su petición. Aunque la Consejería de Empleo asegura que en principio la situación había quedado regularizada a final de mes, sí puede haber influido en que personas que hayan quedado en desempleo hayan retrasado los trámites para darse de alta en el Ecyl y para cobrar la prestación, trámite que ha de hacerse en el Sepe, a la vez.
Lo que sí ha quedado claro es que un año después del inicio del primer estado de alarma, el mercado laboral salmantino está muy lejos de regresar a la normalidad. Hay 3.200 parados más que en febrero y 2.500 trabajadores dados de alta.
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