Miércoles, 9 de junio 2021, 12:44
Pinta mal año para Salamanca desde el punto de vista demográfico. El número de nacimientos en la provincia está en los niveles más bajos desde que hay registros históricos, con solo 640 recién nacidos hasta mayo, lo que implica un importante descenso en comparación con ejercicios anteriores, que ya arrastraban una tendencia a la baja. En este caso, la evolución negativa se ha intensificado por efecto del confinamiento domiciliario durante el primer estado de alarma, al que se ha sumado la crisis económica.
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La caída de la natalidad comenzó a notarse en octubre, aunque fue a partir de enero cuando ha tenido una mayor incidencia. El descenso parecía haber terminado en abril, con una cifra de nacimientos —165— similar a años precedentes, pero en mayo ha vuelto a caer hasta los 133, según datos hospitalarios, entre 30 y 40 menos de lo habitual.
El confinamiento domiciliario provocó más crisis de pareja, al convivir más tiempo, además de paralizar durante varios meses los proceso de fertilidad, cada vez más comunes al retrasarse la edad para ser padres. Posteriormente, la crisis económica ha provocado que más parejas hayan retrasado su intención de formar una familia. Salvo cambios inesperados, Salamanca puede acabar 2021 con solo 1.500-1.600 nacimientos.
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