Domingo, 11 de octubre 2020, 13:47
El IBSAL y el Hospital denuncian que Salamanca se encuentra en clara situación de desventaja para atraer y retener a los jóvenes científicos más brillantes del país. La razón es que cuando un médico recibe alguno de los contratos competitivos más importantes de España, la labor que realizan para el Sacyl -mezcla de asistencia e investigación- computa la mitad que en otras autonomías, por lo que son años ‘perdidos’ a la hora de acumular puntos para una oposición, de manera que la mayoría de los médicos que los reciben optan por marcharse.
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El IBSAL cuenta ahora mismo con personal que ha conseguido financiación a través de selectos programas del Instituto Carlos III. En concreto, los programas Juan Rodés y los Río Hortega.Estos profesionales suelen estar dedicados al 80% a la asistencia clínica dentro del Hospital, aunque con motivo del COVID se han dedicado al 100%. A pesar de eso, si estos jóvenes se presentan a una oposición, su experiencia en Castilla y León contará la mitad que si la hubieran desarrollado en Madrid, por ejemplo.
“Hablamos de programas nacionales que eligen a los mejores talentos de España. Ellos eligen venir a Castilla y León, pero al poco tiempo se marchan porque cuando quieren optar a una plaza asistencial en esta Comunidad, su labor les cuenta solo la mitad”, explica el director científico del IBSAL, Rogelio González.
La comparativa es clara: un médico que se haya dedicado durante los últimos años a hacer guardias en un hospital comarcal, llegará a una OPE con más puntos que el que ha trabajado con uno de los contratos más valorados de España, solo porque Sacyl los reconoce de una forma diferente.El IBSAL tiene dos contratos Río Hortega, un Juan Rodés y dos farmacéuticas dedicadas a ensayos clínicos, que este mismo mes podrían hacer las maletas si la situación no cambia. “Hace dos años se nos marcharon todos. En otras comunidades se los rifan porque son lo mejor de lo mejor y nosotros los tenemos aquí, pero se van a ir porque saben que al final no les merece la pena”, lamenta González Sarmiento.
El problema es de sobra conocido en Salamanca. Incluso la dirección general de Sistemsa de Informació, Calidad y Prestación Farmacéutica también está de acuerdo en que se debería valorar como facultativos al 100%a este personal que desarrolla una labor esencial en Sacyl, pero la mesa sectorial, en la que participan los sindicatos, no está por la labor de modificar la normativa.
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