Hablar de Inteligencia Artificial (IA) es hablar de revolución. Después de haberse incorporado a distintos sectores profesionales y de haber transformado por completo sus rutinas, algunos de sus ‘frutos’ empiezan a ver la luz. En el caso del ámbito de la regulación del tráfico en Salamanca, la innovación que se ha vinculado a los sistemas de grabación que podemos encontrar por la ciudad ha garantizado, además de la buena circulación, la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad en las carreteras, reduciendo tiempos de recorrido, ahorrando costes y disminuyendo algunas de las emisiones contaminantes.
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En Salamanca, la videovigilancia inteligente de la circulación está asegurada con la reciente distribución de 71 cámaras con algoritmos que permiten sacar diversas conclusiones sobre las vías interurbanas de la ciudad. Tal y como asegura el responsable de Movilidad de la Policía Local, Ángel Domínguez de Prado, entre las extraídas hasta ahora desde la ‘centralita’ en la que trabajan los agentes, se pueden localizar algunas que apenas habían sido abordadas con un enfoque analítico o estadístico.
Con el sistema de grabación inteligente que ha incorporado el Ayuntamiento en las carreteras más ‘colapsadas’ de la ciudad, se pueden obtener datos cuantitavos y cualitativos del estado del tráfico y se puede llevar a cabo una gestión más eficiente ofreciendo alternativas de rutas y optimizando los recursos necesarios. Además, los datos espacio-temporales obtenidos también resultan ser claves para la toma de decisiones.
Por otro lado, las cámaras distribuidas por la ciudad permiten la clasificación de vehículos, el cálculo de los tiempos de desplazamiento, la identificación de los medios de transporte que generan, en un momento puntual del día, una retención en cualquier zona, los carriles de alta ocupación o los pasos de peatones con alta densidad de viandantes, que, en el caso de que sean más de 25 personas las que quieran cruzar, obliga a ‘abrir’ una incidencia en el sistema.
“Con la Inteligencia Artificial (IA), se anuncia una alerta y, antes de que se proceda a la actuación de cualquier patrulla, se investiga si ese hecho se da con frecuencia y se sopesan las soluciones que se pueden dar al momento mediante los cambios de ciclo que se hacen en los semáforos o por medio de las cámaras”, resalta el responsable de Movilidad, Ángel Domínguez, apoyado por el concejal de Tráfico del Ayuntamiento, Fernando Carabias.
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“Todos los aparatos que hemos instalado recientemente suelen colocarse en los postes y farolas de la ciudad. Normalmente, suelen ser dos. El de abajo suele ser un multisensor con cuatro objetivos. La cámara de arriba siempre tiene la capacidad de captar imágenes de 360º. Esto, por ejemplo, lo tenemos en el cruce que hay entre el Paseo de Carmelitas y la calle Ramón y Cajal. Desde ese sistema, se controla la circulación de Carmelitas y de San Vicnete”, afirma Ángel Domínguez, recordando que, a las funciones que realizan todos estos instrumentos, se le suma la vigilancia de un operador para valorar, de forma manual, el tráfico que hay en las zonas colindantes y si verdaderamente es necesario tomar una decisión urgente.
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