Sábado, 19 de junio 2021, 22:25
Miguel Ángel Rodríguez, Francisco Mangas y Carlos Rodríguez muestran con orgullo su primera medalla de oro. De San Fernando, en Cádiz, donde jugaron hace unos días el Campeonato de Fútbol Sala de la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual, no sólo se ... trajeron el trofeo de flamantes ganadores, sino también unos recuerdos imborrables que fortalecen su férrea amistad y su pasión por el deporte, que confiesan practican “como vía de escape” y para “evadirse”.
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Los tres salmantinos, integrantes desde su adolescencia del club deportivo Adas de la asociación Asprodes y también “núcleo duro” de la Selección de Castilla y León de fútbol sala adaptado, acumulaban siete campeonatos nacionales perdiendo finales y consolándose con la medalla de plata. Sin embargo, su perseverancia y esa conexión personal que va más allá de la cancha por fin han sido recompensadas, con el estímulo añadido de haber ganado 3-0 en la final a Andalucía, la selección que acumulaba más victorias en esta competición.
“Entrenamos todo el año para esto, por eso yo no me lo creía cuando ganamos. Fue un cúmulo de sensaciones. Somos muy competitivos e intentamos dar el máximo”, reconoce Francisco Mangas, el más joven de los jugadores, fan confeso de Falcão, exdeportista brasileño de fútbol sala. Fran, como el conocen, es el que pone la fuerza en el equipo. Sin embargo, el coronavirus que padeció hace unos meses ha hecho mella en su forma física, antes atlética, algo que no impide que en junio también acuda al campeonato de España de tenis de mesa. “Engordé 10 kilos y me fatigo mucho todavía. No aguanto ni tres carreras”, reconoce sin vergüenza alguna. El campeonato en Cádiz con 2 días de viaje y 2 días intensivos de torneo con cinco partidos se le hizo cuesta arriba, admite Fran, que ahora agradece la motivación de su entrenador Alberto Mateos para levantar la moral.
Fran es el único de los tres amigos que lleva una vida autónoma, independizado en un piso, y que cada mañana acude a trabajar al Centro Especial de Empleo de Asprodes, en el mantenimiento del vivero. Allí comparte trabajo con Carlos Rodríguez, uno de los goleadores del equipo y encargado de la atención al público en el mismo vivero. Carlos pone la táctica en el Adas y en la Selección de CyL y revela que Sergio Ramos es su referente futbolístico. Dos días a la semana entrena con los voluntarios (trabajadores y profesionales en prácticas de Asprodes) sin discapacidad y explica orgulloso que llevan cuatro años sin perder un partido en la Liga Regional de Deporte Adaptado.
Carlos, el más callado de los tres amigos, destaca los momentos de convivencia vividos en el campeonato en Cádiz con otros jugadores de otras selecciones y el agotamiento en la vuelta en autobús a Salamanca tras el esfuerzo físico, mental y la cascada de emociones vivida. El primer gol a Andalucía en el primer minuto y el hecho de que no hubiera público por la pandemia que animara a los andaluces en el pabellón, fueron factores clave en la victoria final, según asiente.
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El más veterano del equipo es Miguel Ángel Sánchez. Es el capitán, lleva la voz cantante en el campo y en el grupo de amigos. Miguel pone el físico y la resistencia en el juego, aunque admite que cuando no le salen las cosas, se frustra con facilidad. “Me gusta dar el 100% y me enfado si bajo de ahí”, explica, mientras reconoce que el equipo ha dejado atrás las individualidades para ser más un equipo. Miguel Ángel, como Fran y Carlos, también pasó muchos años trabajando en el vivero del Centro Especial de Empleo de Asprodes pero “tras tocar techo” decidió presentarse a una oposición nacional donde consiguió la única plaza que había para Salamanca como ordenanza de una institución estatal. El peor momento de su vida, recuerda, fue cuando se lesionó una muñeca y pasó un año sin poder jugar al fútbol sala.
Alberto Mateos y Cristina Mecerreyes, que dirigen el combinado regional de fútbol sala adaptado, son claves para motivar a los jugadores. Mateos se encarga además de entrenar a los diferentes equipos del Adas de Asprodes que cuenta con varios niveles, en función de las capacidades y limitaciones de sus integrantes. Más allá de los torneos adaptados, los jugadores también participan en campeonatos inclusivos como el Trofeo Diputación en Salamanca y en otros por España donde personas con y sin discapacidad compiten en igualdad de condiciones.
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“El deporte con discapacidad ha progresado mucho en España pero en otros lugares como en Estados Unidos van mucho más avanzados”, valora Fran, que aún recuerda con emoción los 15 días que vivieron los tres amigos en Los Ángeles compitiendo en los Special Olimpics. “En el deporte nunca he tenido ningún problema, pero en las relaciones sociales cuando he comentado que tenía discapacidad, alguna vez me han hecho el vacío y me han dejado de hablar”, se queja Fran.
El deporte es, sin duda, la mejor forma de inclusión. Es sinónimo de felicidad para las personas con discapacidad intelectual ya que además del ejercicio físico, fomenta el compañerismo, las amistades, divierte y desestresa. Prueba de ello es el éxito del club deportivo Adas de Asprodes donde son muchos los que practican fútbol 7, fútbol sala, baloncesto, natación, golf, tenis de mesa o pádel. Fran, Carlos y Miguel tienen claros los valores que aporta jugar en el equipo: “Amistad y perserverancia”, responden sin dudar. Son auténticos campeones, más allá de medallas y trofeos.
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