Sábado, 20 de noviembre 2021, 19:04
La escasez de materias primas y de chips semiconductores en la fabricación de vehículos ha comenzado a castigar a los vehículos nuevos. Las limitaciones en la cadena de producción —que podrían resolverse dentro de 4 a 6 meses según los fabricantes—, y las esperas para conseguir un coche concreto hacen que los clientes se decanten por un vehículo de segunda mano, en muchos casos seminuevos y de alta gama.
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El mercado de ocasión está viviendo su época dorada, como corroboran los informes de las patronales Faconauto y Ancove. Si en Salamanca, en lo que va de año, las matriculaciones de vehículos nuevos a particulares han caído un 20%, por contra en el ámbito de la segunda mano las ventas han crecido un 13%. Un repunte que en Salamanca es superior incluso al aumento del 11% a nivel nacional. Hasta octubre se han vendido 2.211 vehículos nuevos a particulares, empresas y servicios de alquiler de vehículos frente a 11.550 unidades de ocasión matriculadas en el mismo periodo en la provincia charra.
“En proporción se venden más coches de segunda mano que vehículos nuevos. Los coches de menos de dos años o seminuevos funcionan muy bien”, confirma Sergio Pérez, presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Automóviles y Talleres, que habla también de cierta ralentización del mercado de ocasión en los últimos meses al haber menos producto y el precio más elevado con una demanda sostenida. “La entrada de personas a las exposiciones es muy reducida en estos meses, y el vehículo de ocasión se vende más por internet con clientes de toda España”, agrega.
“A partir de enero los coches nuevos subirán entre un 5% y un 7% por la inflación y subida de los costes de producción”
De hecho, el precio medio de un coche de segunda mano ronda en Salamanca los 10.300-10.400 euros en los últimos dos meses, según los datos de Ancove, precios que fluctúan cada mes en función de las automatriculaciones de kilómetros cero (que la DGT contabiliza como operaciones de vehículos usados) con precios más altos, así como según el modelo de vehículo (marcas Premium y no Premium), potencia y equipamiento.
“El coche usado es una opción muy buena porque muchos fabricantes de vehículos nuevos están subiendo los precios por el incremento de los costes de producción y el transporte. Además, con la inflación de precios y la subida de los tramos impositivos a partir del 1 de enero los vehículos nuevos se encarecerán entre un 5 y un 7%. Por eso ahora, antes de 2022 es el mejor momento para ir a los concesionarios tanto para comprar coches nuevos que aún hay stock, como de segunda mano”, aconseja Sergio Pérez.
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Con la subida de precios que se espera para el año que viene, el vehículo de segunda mano seguiría muy bien posicionado respecto al nuevo. Eso sí, de mantenerse en esta línea el mercado, se propicia que el parque automovilístico siga con predominio de turismos más contaminantes y con sistemas de seguridad menos avanzados que los nuevos modelos que lanzan los fabricantes.
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