Votación en las últimas elecciones generales celebradas en noviembre de 2019 ARCHIVO

La despoblación pone en riesgo el cuarto diputado de Salamanca

Lo mantendría para las elecciones generales de 2023 a duras penas, pero si no se revierte la tendencia, en las siguientes se quedaría sin él

Miércoles, 27 de abril 2022, 21:24

La despoblación que arrastra Salamanca desde hace décadas puede asestar un nuevo golpe a las aspiraciones de la provincia. Los últimos resultados de población muestran que Salamanca está cada vez más cerca de quedarse sin su cuarto diputado. Para las próximas elecciones generales lo mantendría a duras penas, pero si no se revierte la tendencia, en las siguientes se quedaría sin uno de los representantes que tiene en la actualidad en el Congreso de los Diputados.

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Los poco más de 325.000 habitantes de Salamanca a 1 de enero de 2022 permitirían disponer de cuatro diputados en los comicios generales previstos para 2023, los mismos que lleva eligiendo desde que volvió la democracia a nuestro país. Lo haría “por los pelos”, ya que el descenso de población, y el crecimiento de habitantes de otras, le dejan en una situación comprometida. De hecho, al ritmo actual de pérdida de residentes, entre 1.500 y 2.000 personas al año, en los comicios posteriores a 2023 es prácticamente seguro que lo perdería.

El sistema de asignación de diputados lo fija la Ley Electoral. A cada una de las provincias le corresponde un fijo de dos diputados, mientras que a Ceuta y Melilla uno a cada una. Con esta base, solo quedan por asignar otros 248 escaños, para los que la referencia es la población de derecho —los empadronados en cada provincia—. Para el reparto, primero se obtiene una cuota de reparto resultante de dividir por 248 la cifra total de la población de España, excepto la de Ceuta y Melilla. Esta cuota de reparto, tomando como referencia el padrón provisional del 1 de enero de 2022, es de 190.596,2581. La población de cada provincia se divide por esa cuota y se adjudican diputados en función de la parte entera del resultado. En Salamanca, al dividir los 325.599 habitantes por la cuota, el resultado es de 1,708317903. La parte entera es 1, así que le corresponde un diputado, que se suma a los dos que son fijos. A Madrid, por ejemplo, la división de su población entre la cuota de reparto da 35,3860882, por lo que tiene 35 más los dos inamovibles.

Con esta fórmula se reparten 224 de los 248 escaños. Los 24 restantes se distribuyen asignando uno a cada una de las provincias cuyo cociente, obtenido conforme al apartado anterior, tenga una fracción decimal mayor, una fase clave para que Salamanca retenga el cuarto diputado. De acuerdo a este sistema, la provincia salmantina ocuparía el puesto 17 con la fracción decimal más alta, por lo que estaría entre las 24 que reciben ese escaño.

A la espera de que las cifras del padrón adquieran oficialidad, por lo que puede haber pequeñas correcciones en la cifra de empadronados, Salamanca mantendría el cuarto diputado para las elecciones de 2023, aunque cada vez con menos margen. El problema no es solo que la provincia pierda población, tendencia que se mantendrá en los próximos años, ya que el número de fallecimientos es muy superior al de nacimientos —4.000 por menos de 2.000 al año respectivamente— y casi imposible de compensar con la llegada de extranjeros. También influye que otras provincias muestran un dinamismo demográfico positivo, como Madrid, Cataluña, el Levante o Andalucía, lo que les hace candidatas a acaparar nuevos escaños.

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