Una pareja paseando con su recién nacido por las calles de la ciudad. ALMEIDA

La despoblación de Salamanca, en niveles críticos

La provincia acabó con 3.123 personas menos que en 2019, cuando en años anteriores la caída rondó el millar

M.D

Viernes, 25 de junio 2021, 11:41

La pandemia ha supuesto un gran paso atrás desde el punto de vista demográfico para Salamanca. En 2020 ha perdido más población que en los dos años anteriores juntos debido, sobre todo, al incremento de la mortalidad, pero también a una menor llegada de inmigrantes, que en los últimos ejercicios habían permitido amortiguar el negativo saldo vegetativo, la diferencia entre fallecimientos y nacimientos.

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La confluencia de factores ha implicado que la provincia acabará el año pasado con 3.123 residentes menos, una cifra que casi triplica la pérdida de habitantes que en 2019 y hace regresar a Salamanca a los peores tiempos de la anterior crisis económica.

El informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que Salamanca acabó 2020 con 327.958 personas, la primera vez en un siglo que cuenta con menos de 330.000. La caída de 3.123 habitantes rompe la tendencia de los últimos años, en los que el descenso de la población había ido poco a poco moderándose, hasta llegar a 2019, en el que la caída solo fue de 1.153. La pandemia, sin embargo, ha revolucionado por completo la situación. Las muertes se dispararon hasta las 5.225, cuando lo habitual hubieran sido 4.000. Además, la covid influyó de manera negativa en los nacimientos, que ya arrastraban una tónica descendente. Solo hubo 1.797, tras dos meses de noviembre y diciembre en los que ya se notó el efecto de la pandemia.

Con estas variables, el saldo vegetativo de la provincia arrojó los peores resultados de la serie histórica. Un balance que solo podían remediar el flujo migratorio, labor que ya había realizado en años anteriores. Sin embargo, en 2020 no ha sido así, también por culpa de la pandemia.

Aunque las oportunidades laborales en otras provincias o países para los salmantinos disminuyeron, lo que provocó que emigrara un menor número, la covid redujo al mínimo la llegada de extranjeros a Salamanca, clave en ejercicios como 2018 y 2019. Por este motivo, el saldo migratorio se cerró con un incremento de 315 personas, lejos del más del millar que hubo en 2019.

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El temor de los expertos se centra en lo que puede ocurrir en 2021: si se van a repetir los resultados de 2020 o se volverá a la situación anterior. De momento, los datos que manejan los expertos es que seguirá siendo un año más negativo de lo habitual para Salamanca. Aunque el número de fallecimientos se ha contenido, ahora es cuando empieza a notarse el efecto de la pandemia en los nacimientos. Hasta mayo habían descendido un 15% respecto a 2020. Y la situación económica invita a pensar que habrá bastantes parejas que retrasarán la decisión de ser padres, a lo que se puede sumar una intensificación en la salida de salmantinos a otras provincias en donde el mercado laboral se recupere antes que en la provincia.

Impacto nacional

La pandemia ha intensificado la pérdida de población crónica de Salamanca —tiene 20.000 habitantes menos que hace una década y 50.000 menos respecto a 1975—, pero también ha afectado al conjunto del país, en este caso con un incremento demográfico muy inferior al de años anteriores. España alcanzó los 47,39 millones de habitantes, tras un incremento de 61.000 en 2020. La subida ha estado lejos de la de 2019, que rozó las 400.000 personas más. El saldo vegetativo negativo se disparó hasta las 153.167 (338.435 nacimientos, frente a 491.602 defunciones), que fue compensado por un saldo migratorio positivo de 216.244 personas.

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