La demoledora cifra de empresas y autónomos salmantinos que se ha llevado la crisis del coronavirus

Las circunstancias excepcionales a las que está siendo sometida la economía local como consecuencia del impacto del COVID-19 no solo se nota en el día a día, sino que así lo reflejan los números. De acuerdo a una estadística experimental realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la que se analiza la coyuntura demográfica de las empresas, entre enero y octubre de 2020, Salamanca perdió 1.244 empresas, es decir, un 15,5% menos de su tejido empresarial. A fecha de 1 de enero de dicho año, las empresas en Salamanca ascendían a 8.025, y a 1 de octubre, ese dato había menguado hasta las 6.781.

En lo que respecta a la pérdida de autónomos en los tres primeros trimestres del año pasado, fue del 9,4%. Es decir, Salamanca pasó de los 21.207 trabajadores por cuenta propia a quedarse por debajo de la barrera de los 20.000 (19.213). De esos 7.994 autónomos menos -ahora esa cifra es probable que hay crecido después de varios meses en los que la crisis económica se ha acentuado por la pandemia-, 1.165 son hombres y 829 mujeres. Una cifra nada extraña si se tienen en cuenta que los autónomos hombres casi duplicaban a las mujeres en enero de 2020 (13.884 frente a 7.323).

Por sectores, los que más están sufriendo el impacto en Salamanca son el comercio y los servicios de comidas y bebidas (restauración) y alojamiento. Traducido en datos esta tendencia tan negativa, el número de negocios de comercio minorista que han quebrado asciende a 190, a los que hay que sumar los 54 comercios al por mayor e intermediarios que habían echado el cierre a finales del mes de septiembre.

En cuanto a la hostelería y restauración, dos de los sectores más damnificados por las restricciones que está adoptando la Junta de Castilla y León para frenar la expansión del coronavirus, Salamanca perdió hasta 215 establecimientos dedicados a los servicios de comidas, es decir, un 19,8% menos que los que operaban a comienzos de 2020 -pasó de contabilizar 1.081 a tan solo 866-. Los servicios de alojamiento de Salamanca también se vieron afectados, experimentando un desplome del 18,4% en el número de establecimientos que se mantenían abiertos a comienzos de octubre: de 141 a 115.

El mayor golpe a las empresas tuvo lugar en apenas unos días. En el primer trimestre -entre el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma y el 31 de ese mes- se dieron de baja 818 sociedades, es decir, un 65,7% de las que ya habían dejado de funcionar a finales del verano. A partir de esa primera embestida, los cierres se redujeron y entre el primer y segundo trimestre, se notificaron 236, a los que hay que sumar otros 190 con la llegada del tercer trimestre y el fin de una campaña turística fallida.

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