Sábado, 5 de marzo 2022, 22:26
Las medidas adoptadas por el Gobierno a raíz de la pandemia en los servicios ferroviarios ha colocado a Salamanca en una situación impensable hace algunos años. La capital salmantina, y por ende el resto de la provincia, es una de las que peor conexión tiene con Madrid en Castilla y León, pese a que los vínculos económicos y sociales con la capital de España son mayores que los que pueden tener otras ciudades de la Comunidad.
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El panorama ferroviario de Castilla y León ofrece importantes contrastes. De ciudades que prácticamente cuentan con un servicio a Madrid cada media hora y en trenes de alta velocidad la mayoría, a otras que sufren con pocas conexiones, viajes de larga duración en muchos casos y con horarios poco favorables para atraer pasajeros.
Entre estas últimas se encuentra Salamanca, que únicamente dispone de 9 frecuencias en días laborables a la capital de España —si sumamos la que se recupera de Media Distancia el próximo martes—. Además, solo dos son trenes rápidos, los Alvia, y mal programados. Los usuarios llevan meses quejándose de la dificultad para ir y volver en el mismo día en Alvia, ya que el servicio de vuelta sale a las 20.40 de Madrid, por lo que no llega a Salamanca hasta pasada las de 22.00 horas.
La realidad salmantina contrasta con la existente en otras ciudades castellano y leonesas. La comparación más habitual es con Valladolid, que dispone de 28 frecuencias diarias, de las que 22 son de trenes rápidos (AVE, Alvia o Avant). La amplia oferta de viajes que en la mayoría de casos duran menos o poco más de una hora refuerza la conexión con la capital de España, favorece el turismo y trabajar desde Valladolid en empresas asentadas en la comunidad madrileña. Segovia también se beneficia, ya que cuenta 26 trenes, de los que 22 son rápidos. En su caso, además, el viaje apenas dura media hora por su cercanía.
La desventaja de Salamanca no es solo con Valladolid y Segovia. También con otras ciudades que en principio tienen menos nexos de unión con Madrid. Zamora, tras el estreno del AVE a Galicia, supera a la capital salmantina. Alcanza las 12 frecuencias diarias de las que 10 son trenes rápidos. Para favorecer el uso de estos servicios, el Gobierno ya estudia la creación de bonos para los viajeros recurrentes. Palencia se encuentra mejor conectada que Salamanca, con 15 y 7 servicios respectivamente. Burgos dispone de 9 conexiones por tren, un tercio de ellas de alta velocidad, uno más que Salamanca.
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La situación de León tiene matices. Es cierto que ahora dispone de menos conexiones diarias que Salamanca —7 frente a 9—, pero la mayoría son servicios rápidos, 5, más del doble que los salmantinos. Ávila no dispone de ningún tren rápido, aunque tiene 16 frecuencias de otro tipo de servicios que tardan alrededor de hora y media en llegar a Madrid. La que presenta un mayor déficit de comunicaciones es Soria, con únicamente tres conexiones diarias con la capital de España y ninguna de ellas rápida.
Hay que tener en cuenta que Salamanca es una de las ciudades de Castilla y León que aún sufre las consecuencias de la pandemia en el apartado ferroviario. El Gobierno solo ha recuperado los Media Distancia, que tardan casi tres horas, pero ninguno de los dos Alvia diarios que Renfe suprimió por el coronavirus. Una actitud muy diferente con Valladolid, por ejemplo, que a partir del próximo domingo dispondrá de toda la oferta de Avant.
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