El colegio Trinitarios de Salamanca se suma a la protesta con un lazo gigante en su fachada. ALMEIDA

La concertada de Salamanca se rebela contra la Ley Celaá de forma visible

Lazos naranjas en las fachadas como protesta frente a la polémica norma que se tramita en el Congreso y que supone una amenaza para la libertad de enseñanza en España

Jueves, 19 de noviembre 2020, 17:54

Pancartas, lazos en color naranja, pantallas en los accesos... y todo ello con el mensaje claro: “Stop Ley Celaá”. Los colegios concertados de Salamanca se rebelan contra la polémica norma que supone una restricción de la libertad de las familias para elegir en qué colegio estudian sus hijos y durante estos días han empezado a colocar carteles que claman contra la nueva ley en sus instalaciones visibles al público -patios o vallas exteriores-.

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Estos actos se han extendido por todo el país y comparten el hartazgo de la comunidad tanto de docentes como de las propias familias por la intromisión del Gobierno de Pedro Sánchez para imponer “un derecho a la educación pública”, según se recoge en un comunicado difundido desde el colegio Trinitarios de Salamanca. Y es que, el objetivo de la ministra de Educación y Formación, Isabel Celaá, es que primero se llenen las aulas de centros públicos y, luego, en el caso de que sean necesarias, ocupar las de los concertados.

Desde Trinitarios califican la nueva norma -en trámite- como “partidista e ideológica, sin visión de Estado y sin atender al clamor ciudadano” en lo que califican como una “planificación unilateral” por parte del Ejecutivo central.

En la misma línea se expresa el director del colegio Salesiano San José, Lauro Martín: “Es una ley que permite a los poderes públicos ir más allá de lo que parece razonable”. Este colegio se suma a la protesta colgando hoy una pancarta que reza: “Quiero elegir mi colegio. Stop Celaá”.

Otro de los aspectos más controvertidos de la citada ley es el que hace alusión a la separación por género que para el Gobierno se produce los centros concertados. Circunstancia que Esther Sánchez, directora del colegio Santa Teresa de Jesús, define como “realidad distorsionada” y agrega que en la concertada “no hay ningún tipo de segregación”. A tenor de esto, desde el colegio Sagrado Corazón añaden: “Una de las cosas más llamativas es la variedad de alumnos de distintas religiones”, en alusión a esa supuesta ausencia de diversidad en la que se apoyan desde las autoridades centrales.

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