Martes, 29 de marzo 2022, 23:12
La antigua Fábrica de la Luz de Tejares continuará siendo un ruinoso edificio que amenaza con desplomarse en las riberas. Su transformación en un centro de interpretación del río y de su flora y fauna, un proyecto para el que el Ayuntamiento obtuvo fondos europeos a través de la estrategia de desarrollo urbano sostenible Tormes+, queda aparcado. Tras casi tres años de trámites y negociaciones, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) no está dispuesta a permitir la rehabilitación de la construcción abandonada sin sacar “tajada”. Aunque el Consistorio figure como el titular del inmueble en el Registro de la Propiedad tras comprárselo a Iberdrola por un euro —titularidad que no reconoce el organismo de cuenca—; pese al “alto riesgo” de derrumbe de la construcción situada junto a la pesquera de Tejares y a que carece de uso desde hace décadas; y aún cuando el Consistorio se haría cargo de todos los costes de la obra y el mantenimiento, la CHD ha denegado a la administración local el permiso para acometer las obras. El motivo es que, atendiendo las valoraciones de sus técnicos, el Ayuntamiento no está dispuesto a aceptar el canon anual de 9.848,67 euros durante 75 años — en total, 738.650 euros a las que habría que sumar las actualizaciones al IPC— que el organismo de cuenca le exige por disponer de estos terrenos integrados en el dominio público hidráulico.
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A pesar de que el alcalde, Carlos García Carbayo, ha llegado a proponer a la presidenta de la Confederación, Cristina Danés, la firma de un convenio para sacar adelante esta intervención presupuestada en 400.000 euros, el organismo de cuenca no está dispuesto a renunciar a unos ingresos que, los técnicos municipales, consideran desproporcionados. Aunque en otras actuaciones, como es el caso de la cercana pesquera de Tejares, la CHD ha dado vía libre sin cobrar tasas, en esta ocasión ha esgrimido el artículo 112 de la Ley de Aguas para reclamar a la administración local un canon que debe establecer “tomando como referencia el valor de mercado de los terrenos contiguos”. Pero el organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica no se ha fijado en las parcelas rústicas que rodean a la Fábrica de la Luz, que, como apuntan los técnicos del Patronato Municipal de Vivienda y Urbanismo, supondrían un canon de 253,23 euros al año; sino que ha equiparado el precio del suelo de este edificio abandonado al de los bloques residenciales más cercanos, lo que multiplica casi por 40 la “tarifa”. Más allá del importe, esta exigencia que la CHD ha puesto sobre la mesa sin previo aviso tras más de dos años de negociación, se ve desde el Gobierno municipal como un abuso. Aunque el Ejecutivo de Carbayo ha intentado llegar a un acuerdo y ha alegado que es una intervención que conlleva un beneficio social y que no existe ningún tipo de lucro, el organismo de cuenca no ha dado su brazo a torcer. Dado que la administración local ya ha perdido dos años intentando conseguir este permiso y los fondos europeos que se iban a destinar a él deben ejecutarse y certificarse antes del 31 de diciembre de 2023, ha optado por desistir, de momento, de este proyecto y redirigir ese dinero a una nueva acción dentro del plan Tormes+.
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