Sábado, 22 de octubre 2022, 09:47
Más de 40 minutos para que arranque el ordenador por una actualización, caídas del sistema que obligan a jueces a dejar tareas a medias, autorizaciones de entrada y registro a papel como hacían antaño y decenas de documentos sin firmar.
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Septiembre y octubre, tras el ‘parón’ del verano, son los meses de mayor ajetreo en los juzgados. Pese al esfuerzo de todo el personal, el trabajo se acumula y ello solo tiene una razón: las continuas caídas del sistema informático que impiden a los funcionarios hacer su labor.
Desde que se implantó el plan de digitalización judicial con el objetivo de agilizar los procedimientos y reducir papel, las incidencias no han cesado. Sin embargo, los afectados cuentan que lo que ha ocurrido en las últimos dos semanas ha sido “una auténtica vergüenza”. “Hay mañanas que directamente hemos estado de brazos cruzados”.
La odisea de estos días comenzó el jueves 6, cuando los funcionarios de Justicia ya advirtieron que lo de trabajar con normalidad iba a ser imposible. La jornada siguiente, la situación no fue mucho mejor. “Buenos días. Se está produciendo un problema de lentitud extrema que impide a los usuarios acceder y trabajar normalmente con el Espacio Digital. Estamos trabajando para resolverlo lo antes posible. Disculpen las molestias”, era el mensaje que recibían desde el Ministerio de Justicia.
Desde entonces todo fueron problemas. Y es que a diferencia de lo que ocurre en otras ocasiones, cuando se produce un parón temporal de un programa concreto —que también les perjudica pero a lo que ya están acostumbrados— , lo ocurrido en estos días ha sido una “caída general”, por lo que, en mayor o menor medida, ha afectado tanto a jueces y fiscales como a letrados y procuradores. “Desde el día 13 de octubre hasta el 20 hemos tenido interrupciones constantes. Iba media hora y se caía tres”, lamenta un afectado.
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En el caso de los fiscales, les era imposible consultar los procedimientos pendientes de despacho, así como acceder a su contenido y firmar los mismos. Los jueces y abogados no lo han tenido mucho mejor y los parones en los programas Minerva y Lexnet ha obligado a dejar tareas a medias.
“Imagínate el problema que tienen que hacer frente en un juzgado de guardia cuando llega un detenido y tienen un máximo de 72 horas. Estamos hablando de derechos fundamentales, por lo que el trabajo lo tenemos que sacar adelante sí o sí”, indican fuentes sindicales. Por ello, para que los trámites urgentes pudieran llevarse a cabo, los funcionarios no han tenido más remedio que tirar de papel y dejar a un lado la firma digital y el código de verificación para autorizar los trámites como hacían años atrás. “Los hemos tenido que ir a entregar personalmente”.
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Aunque este viernes la situación parecía estar resulta, los damnificados se muestran preocupados y se preguntan cuándo volverá a ser la siguiente interrupción. “Los trabajadores cumplen. La administración no. ¿Hasta cuándo y cuánto más se tiene que aguantar este despropósito? Exigimos al Ministerio soluciones inmediatas”, dicen desde el Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ).
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