Hablan los trabajadores de los servicios públicos: "Los niños nos están dando una lección"

Los hermanos Agustín y Ramón Vidal se han convertido en una imagen habitual por la calles de Carbajosa de la Sagrada, las mismas que recorren a diario con su inconfundible coche amarillo que tanto gusta a los más pequeños. "Es el mejor rato del día, cuando vemos sus sonrisas desde las ventanas", reconocen, aunque antes de llegar a ese momento han tenido que enfrentarse a una larga jornada, siempre en coordinación con la Policía Local.

"Desde el primer día que comenzó el estado de alarma hemos estado ayudando a la gente que nos necesitaba, por ejemplo, llevando comida desde el Banco de Alimentos a familias del pueblo", cuenta Agustín. También se han encargado de los mayores, los que más miedo tienen al virus por ser un sector de riesgo, a los que llevan medicamentos y también las compras de los comercios.

Sienten cada día el cariño y el agradecimiento de la gente de su pueblo, como cuando llevan ordenadores a los escolares que tienen problemas para seguir las clases desde sus casas. "Habremos llevado una veintena en todos estos días", dice, precisamente después de haber entregado otros dos portátiles a dos chicos del pueblo alumnos del instituto Torres Villarroel.

Agustín y Ramón son estos días la cara más visible de Protección Civil en Carbajosa, de la que también forman parte otras seis personas más que se encargan de la logística. "Ramón y yo somos hermanos y vivimos juntos, así que optamos por ser nosotros los que nos moviéramos para proteger al resto de compañeros, que están más en la reserva por si nosotros enfermamos", explica.

"Nos sentimos muy orgullosos de nuestro trabajo, que además hacemos solidariamente porque aquí todos somos voluntarios", continúa contando Agustín, que reconoce que la mayoría de la gente se está portando de manera responsable. "Con los que más problemas hemos tenido han sido con la gente que saca a pasear a los perros pero hablamos con ellos y lo suelen entender ... y si no lo entienden avisamos a la Guardia Civil". Pero la verdadera lección en esta crisis, asegura, la están dando los niños. "Son los más responsables de todos y los que mejor se están portando".

David Sánchez es el alcalde de Cespedosa de Tormes y quien estos días, junto al resto de concejales del Ayuntamiento, ha velado por el cumplimiento de las restricciones marcadas por el estado de alarma. "La gente ha demostrado que es formal y responsable... yo me he llevado una muy buena impresión", asegura.

Formado como economista, sigue desde siempre con atención el comportamiento del resto de países, más aún durante esta crisis. "Ahora mismo estamos en una situación de tránsito porque la que se nos viene encima va a ser grave, sobre todo por la deuda que vamos a arrastrar", asegura. Precisamente por ello, David piensa en sus vecinos y en los recursos de los que dispone ahora mismo el Ayuntamiento. "Creo que no debemos quemar todos los cartuchos para poder ir amoldándonos a lo que nos llegará".

Preocupado junto al resto de concejales por proteger a su pueblo, cuenta que nada más empezar esta crisis sanitaria tuvieron que tomar medidas de urgencia. "Prohibimos a la gente venir al pueblo a las segundas residencias, bajo pena de multa, y tampoco permitimos estos días la venta ambulante. No nos parecía lógico pedir a la gente que respetara las distancias y luego que hubiera corrillos de tres o cuatro personas alrededor de la furgoneta del vendedor ambulante", explica.

Otra de las grandes preocupaciones de este joven alcalde ha sido siempre mantener un contacto lo más directo posible con los vecinos y para ello creo un grupo de whatsapp. "Primero cree uno con 275 personas, que son las que permite la aplicación, y luego creamos un segundo donde hay otros 80 vecinos. Lo que hacemos es mandarles recomendaciones, entre ellas la importancia de lavarse las manos, de guardar las distancias ... en definitiva que no se tomaran este problema a broma", insiste.

Tampoco se ha olvidado de los mayores del pueblo "a los que se les lleva la compra a casa para que no salgan", aunque es cierto que la actividad en Cespedosa ha seguido con bastante normalidad. "La mayoría de la gente trabaja en el campo o en las fábricas de Guijuelo, donde la actividad ha seguido", por lo que aún la responsabilidad de los vecinos tiene más mérito.

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