Dibujo hecho por una de las niñas que acuden al aula hospitalaria ALMEIDA

Hablan las profesoras del aula hospitalaria de Salamanca: “Este es el oasis de los niños hospitalizados”

Los más pequeños se evaden de todo al acudir a este espacio donde Raquel Blanco y Rosa Sancho les ayudan a seguir mejorando en su rendimiento escolar

Martes, 25 de enero 2022, 17:56

Raquel Blanco y Rosa Sancho, ambas licenciadas en Magisterio, tienen una labor dentro del aula hospitalaria mucho más allá que enseñar una tabla de multiplicar. Ellas realizan un trabajo casi más psicológico que pedagógico.

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Allí acuden, desde hace ya más de dos décadas, la mayoría de los niños entre 3 y 16 años que se encuentran hospitalizados, es decir, aquellos que están en edad obligatoria: educación infantil, primaria y secundaria. El horario es el habitual en los colegios —de 9:00 a 14:00 horas—, aunque las dos maestras siempre están dispuestas si hay alguna actividad por la tarde porque “por los niños se hace lo que sea”.

La mayoría de los pequeños que acuden al aula son pacientes oncológicos, ya que son los que más tiempo pasan en el hospital. Existe una clasificación por normativa: hasta 15 días se consideran de corta estancia, de 15 a 30 días se trata de una estancia media y a partir de ahí son de larga estancia, siendo estos últimos los que más visitan el aula hospitalaria. El número de niños que pasan día tras día por allí varía dependiendo de las pruebas, tratamientos o intervenciones que tengan programadas los pequeños. Depende de la temporada, actualmente son muchos los pacientes oncológicos que viven su actualidad en el Hospital de Salamanca, un referente en este aspecto.

Las profesoras tienen una coordinación continua con los colegios de los niños que acuden al aula para llevar un control sobre su rendimiento académico y para saber los ejercicios a realizar. “En realidad ellos nos ven como el cole. Somos algo diferente pero este es el punto de unión con todo aquello que le está cambiando en la vida. El aspecto pedagógico es lo que les enlaza a ellos con la realidad”, aseguran las maestras. Los de media y larga estancia son los que más acuden y si que hacen allí las tareas normales del colegio. Por lo contrario, los de corta estancia es raro que lleven sus deberes porque apenas llegan a estar una semana hospitalizados.

La clave y la gran importancia de este aula es que los niños “se olvidan de todo” al llegar allí. Hay pacientes que por la mañana se les oye chillar porque le están pinchando el tratamiento, pero es pisar el aula y evadirse de todo problema. “Ellos saben que aquí no les vamos a hacer nada y en la cabeza tienen eso. Digamos que este es su oasis, como si fuera un mundo paralelo”, afirman.

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No todo son clases de matemáticas, lengua o inglés. Los pequeños también disfrutan con actividades que se realizan: magia, fiesta de Navidad, e incluso poder presenciar en directo diferentes partidos de fútbol, en algunas ocasiones gracias a la colaboración de la Fundación Juegaterapia.

La pandemia también ha afectado en gran medida a este espacio. En el primer confinamiento, aún en el Hospital Clínico, el aula hospitalaria tuvo que convertirse durante algunas semanas en UCI pediátrica. Además, muchas actividades se han aplazado con motivo del coronavirus.

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En definitiva, se trata de algo fundamental y de vital importancia dentro del hospital, ya que los niños acuden al aula a disfrutar, ellos saben que ahí no se les va a pinchar por ejemplo y además, gracias a ello, pueden tener continuidad en su rendimiento escolar siguiendo con todos los deberes y ejercicios que realizan en su colegio habitual. “Los niños nos dicen que vienen al colegio del hospital. Luego a mayores les ponen el tratamiento, pero vienen pensando que van al cole por eso llegan con una sonrisa de oreja a oreja. Aquí se lo pasan bien”, dicen Raquel Blanco y Rosa Sancho.

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