Ha llegado el día. La Universidad de Salamanca ha dado la bienvenida a los alumnos de UniverUSAL, comprometiéndose un año más con uno de los grandes retos de las universidades del S. XXI, la atención a la diversidad. Es un programa de desarrollo científico, cultural y social para incluir en la universidad a las personas con discapacidad intelectual y/o personas con problemas de salud mental u otras discapacidades, como una fórmula dirigida al crecimiento personal acorde con la idea de aprendizaje para todos.
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Mª del Carmen Rodríguez y Javier Gómez ya han sido antiguos alumnos del programa y esperaban con júbilo volver a repetir la experiencia que “les ha cambiado la vida”. También deseaban reunirse con los compañeros y disfrutar de nuevo de las múltiples actividades y escapadas que realizan.
Javier Gómez tiene bien claro su objetivo, quiere alcanzar sus metas y nada le va a parar. Siempre ha soñado con ser paleontólogo. “Quiero ser explorador, encontrar huesos y estudiarlos”, sin embargo, recordó lo que le había dicho su hermana: “Para conseguirlo tengo que estar aquí, aprendiendo y estudiando y la verdad es que tengo mucho tiempo para hacerlo”. El año pasado ya obtuvo un reconocimiento por su trabajo. “Nos dieron un diploma, la beca y la toga, también tengo en casa la foto con mis compañeros del curso”, reconocía.
Mª del Carmen Rodríguez, antigua alumna de UniverUSAL, ha sido la elegida para dar el pregón de bienvenida ante sus antiguos compañeros y los que se incorporan al nuevo curso. Serena y decidida reconocía que “entrar en la universidad ha sido de las cosas más importantes que le había pasado en la vida”. También reconocía que el camino no ha sido fácil y que, al principio, tenían curiosidad por el programa pero también miedos. “Sentimos expectación y mucha inquietud por aquello que nos presentaban, pero también miedo a no encajar, a no estar a la altura, miedo a que nos tratasen de manera diferente”, sin embargo, lo que se encontró al pisar las aulas de la universidad fue muy diferente. “Siempre me he sentido uno más, las clases son muy interesantes y amenas y el profesorado muy amable. Nos ayudan a aprender y a desarrollarnos como a todas las personas”. La voz de Mª del Carmen Rodríguez se tornó temblorosa cuando recordó lo que para ella había sido el momento más emocionante del curso pasado. “Sentí un escalofrío cuando, en este mismo lugar, oí al coro cantar el himno de la Universidad de Salamanca. En ese momento me sentí parte de esta institución por primera vez”, reconoció.
La inauguración, celebrada la semana pasada en el Colegio Arzobispo Fonseca, estuvo presidida por Celia Aramburu, vicerrectora de Estudiantes. Participaron María José Fresnadillo, concejala de Salud Pública y Consumo; Carmen Ávila, alcaldesa de Peñaranda; Román Álvarez, responsable de Alumni; y Ana Belén Sánchez, directora del Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad, entre otros representantes de instituciones como Cáritas Béjar.
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