Miércoles, 6 de abril 2022, 19:34
Vega Terrón vuelve a ser una importante puerta de entrada para el turismo internacional de Salamanca. Después de dos años en mínimos, el número de cruceros que llegarán al puerto fluvial de La Fregeneda volverá a notarse en la capital del Tormes.
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Esta semana ha comenzado una nueva temporada que se extenderá hasta finales de noviembre y que retoma una frecuencia de viajes muy similar a la que existía antes de la irrupción de la covid, y muchos de los barcos ya están completos. Las estimaciones de la Sociedad de Turismo apuntan a que 2022 podría cerrarse con una cifra de visitantes llegados a través del Duero muy similar a las de la prepandemia.
A partir de los ‘packs’ de material turístico que solicitan las compañías para sus viajeros en función de sus reservas y el número de autobuses que han confirmado que vendrán a la ciudad desde el muelle situado en la frontera de Portugal, Turismo estima que en la campaña de este año Salamanca recibirá, al menos, 35.000 cruceristas. Pero este dato responde tan solo a la información facilitada por dos de las cinco navieras que operan los cruceros por el Duero, si bien es cierto que son las que mayor número movilizan. Aún así, hasta finales de noviembre todavía hay mucho tiempo para que las reservas aumenten, por lo que no resulta atrevido confiar en que este año se puedan alcanzar los 40.000 o 45.000 cruceristas que llegaban al año a la Ciudad Patrimonio de la Humanidad antes de la pandemia.
Desde marzo de 2020 se ha registrado un parón casi total de las excursiones a Salamanca de los pasajeros de los cruceros. En el primer verano de la pandemia llegaron algunos grupos puntuales, y en 2021 se estima que llegaron unas 10.000 personas a través de estos viajes organizados. Este año, sin embargo, desde ahora hasta el otoño Turismo espera la llegada de grupos todos los días de la semana, confirman fuentes municipales.
Los turistas que pasan sus vacaciones en los barcos que navegan por el Duero son extranjeros. Aproximadamente el 50% son de origen francés. El resto proceden de Alemania, Suiza, Reino Unido y de la región escandinava. Los cruceros se convierten, por tanto, en un importante cauce para “sanar” la mayor “herida” que la pandemia ha dejado en el sector turístico, el desplome de los visitantes internaciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los extranjeros que llegan a Salamanca en barco se escapan a las estadísticas y no aparecen entre los viajeros que pernoctan, porque realmente son excursionistas de un día que, si bien si hacen gasto en la ciudad, no pernoctan en ella.
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