El testimonio de una salmantina en Nueva York: “Llevo diez años aquí y nunca he sentido tanto frío”

Un temporal de frío extremo azota Estados Unidos desde la semana pasada. Los medios americanos hablan de más de medio centenar de muertos y en Navidad, el presidente Biden sorprendió a los ciudadanos al declarar el estado de emergencia en el estado de Nueva York.

Sara Cuadrado, salmantina afincada en la ciudad de Nueva York desde hace diez años, asegura que no en este tiempo no había vivido nada igual. “Aquí estamos acostumbrados a inviernos duros, sobre todo en enero y febrero, cuando vemos el mayor número de precipitaciones en forma de nieve en la ciudad y las bajadas de temperaturas, pero este temporal ha sido más especial en el sentido de que no ha habido nieve, sin embargo, hemos experimentado una bajada de las temperaturas brutales y unos vientos que han hecho que la sensación térmica fuera de menos 20 grados e incluso menos”, comenta la investigadora que trabaja en el Hospital Monte Sinaí y apunta: “El fin de semana de Navidad el termómetro marcaba menos 15 grados, pero la sensación fue de menos 26 grados”.

Pese a ese frío extremo, la vida ha continuado en la ‘Gran Manzana’. “La ciudad no se ha paralizado como en otras ocasiones porque no ha nevado, pero considerando las fechas que eran, te encontrabas poca gente por la calle. Nosotros tenemos dos perros y hemos tenido que seguir saliendo y nos hemos quedado helados literalmente por las bajas temperaturas”. Así que Sara Cuadrado califica estas navidades de mucho más “caseras” que otros años. La investigadora salmantina no ha dejado de trabajar: “Me he tenido que abrigar mucho, pero no he dejado de ir al trabajo”, explica.

A punto estuvo de no poder pasar la Navidad con su familia Emily Carty, profesora de origen americano que pasa la mitad del año en la Universidad de Salamanca y la otra mitad da clases en Denver.

“Aquí en Virginia el temporal va mejorando, pero ha hecho mucho frío y viento, de hecho aún hay muchos árboles caídos”, comenta la profesora de Ciencia Política que tuvo suerte y pudo viajar de Madrid a Nueva York junto a su marido, el español Mariano Torcal, aunque les cancelaron el vuelo a Virginia. “Tuvimos suerte porque entramos por la cola de los americanos en el aeropuerto y pudimos encontrar un vuelo rápido, pero me dio mucha pena ver a mucha gente que no tenía opciones”, añade Emily Carty y subraya: “Estados Unidos es un país muy grande y, salvo entre las grandes ciudades, los trenes funcionan muy mal. Mi marido miró para viajar en tren de Virginia y Denver y tardaba tres días en llegar en tren”.

La profesora espera poder regresar a España el próximo día 5 de enero sin problemas, pero su marido, que finalmente ayer viajó a Denver (Colorado) en un vuelo que consiguieron al doble de precio, no lo tendrá fácil, pues en esa parte del país los temporales son más frecuentes.

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